Viernes 4 de junio, 2004. San José, Costa Rica.


 


 

 

Perspectivas

El barro de los principios

Edgar Fonseca

Miércoles 2 de junio, 10 a.m., Guácimo de Limón.

En San José, crece el torbellino de acciones policiales y judiciales por los actos de corrupción en que, se sospecha, han participado gentes de todos los calibres; en el corazón de este Atlántico indómito, feraz, abandonado, engañado, asaltado, hoy y siempre, por politicuchos y mafias sindicalistas, en unas aulas abiertas, entiéndase viejas fincas bananeras, cientos de jóvenes reciben, entre otros, valores claves en sus vidas: que salgan de allí como empresarios con responsabilidad social, que salgan como líderes y agentes de cambio; que no pierdan de vista la honestidad.

El mensaje empapa, no a chicos bien, no a hijos de papi. No.

El mensaje empapa a jóvenes, muchos de escasos recursos, muchos de origen rural, campesino, algunos de ellos ni siquiera pudieron hacer el mínimo de requisitos académicos para ingresar aquí, pero que, valorados bajo la misión social de una institución pionera y visionaria, están becados.

Algunos provienen de zonas paupérrimas de África (Uganda, Mozambique), América Latina (Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Ecuador) y, por supuesto, de Costa Rica. Y vendrán de Asia. Nos encontramos en la escuela agrícola Earth.

Nos encontramos en lo que hace 15 años, cuando se fundó, los camaradas y sus comparsas, miopes y mezquinos, calificaron de ser un “enclave” del imperialismo yanqui...

Reina la lluvia; reina, sin piedad, la humedad.

Se empapa la ropa, se seca, se empapa y se vuelve a secar. Se pega la costra del barro en las manos, las caras, en las pieles, las botas y las ropas de aquellos muchachos. Se les pega a ellos y a sus profes, hasta los tuétanos, el suampo y los mosquitos. ¡Ay, Mamita Yunai...!

Por este “enclave” ya han pasado –desde 1989– 11 generaciones; se han graduado mil estudiantes de 19 países.

Educandos, profesores, funcionarios nos recalcan su compromiso con principios morales y espirituales fundamentales del ser humano, del ciudadano. Es un compromiso loable.

Buena parte del barreal de estos días pasa por una pérdida, miserable, de esos valores.

Paréntesis. (Parar instituciones públicas de servicios o educativas, como lo hicieron algunos cuadrilleros el lunes, eso, también, se llama corrupción. Aquí no hubo paro ni lo hubo en el resto del país productivo, de pequeña, mediana y grande empresa, ni en la inmensa mayoría de instituciones educativas serias, responsables. Ni fueron a paro millares de empleados públicos hastiados de tanta farsa, de tanto farsante.)

Tras 15 años de vida, la Earth debe ser clonada en todo Costa Rica. El país no ha descubierto ni ha aprovechado todo lo que significa ese centro como modelo de desarrollo educativo en su campo. La institución, creo, tampoco.

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