|
Fuerza merengue Guti enfrentó a Sáenz, durante el triunfo del Real Madrid, 4 por 2, contra el Celta. /Al Día
|
Real huele a título
Madrid / AP. El Real Madrid, con dos goles de Zinedine Zidane y uno de Ronaldo y Luis Figo, remontó un marcador adverso y venció 4-2 al Celta de Vigo, para estirar aún más su ventaja al tope de la liga española.
La marcha de los merengues para revalidar su título recibió la ayuda del Valencia, que perdió 2-1 ante el Espanyol.
Barcelona estropeó las intenciones del Deportivo de La Coruña de subir al segundo lugar, al ganarles a domicilio 3-2, con Ronaldinho metiendo dos goles.
El Real es líder con 59 unidades, ocho más que el Valencia. El Deportivo es tercero con 50 y Barcelona marcha cuarto con 46.
El Celta, que no gana en el Santiago Bernabéu desde 1998, se adelantó a los 18 minutos con un zurdazo del volante serbio Sasa Ilic.
Pero el Real, que no ha perdido en casa ningún partido en la liga, empató a los 55 gracias al brasileño Ronaldo, que aprovechó un balón suelto, tras un cabezazo de David Beckham, para marcar.
El “Fenómeno” es el líder de la tabla de goleadores, ahora con una cosecha de 22.
El francés Zidane se encargó de marcar el gol del 2-1 tras un pase del portugués Luis Figo, a los 64.
Siete minutos después, el propio Figo consiguió el tercer tanto merengue, al conectar un magistral pase del inglés David Beckham.
Sobre la hora, el serbio Savo Milosevic acortó distancias, pero Zidane puso cifras definitivas en el descuento.
El Barcelona venció al Deportivo en el estadio de Riazor, algo que no ocurría desde hacía siete años.
A los 24, el brasileño Ronaldinho marcó de cabeza el 1-0 tras un saque de esquina de Xavi.
Cinco minutos después, el argentino Javier Saviola logró el 2-0, tras una nueva asistencia de Xavi.
Ronaldinho marcó a los 48 el 3-0, aprovechando la pasividad de la defensa gallega.
La entrada del cañonero uruguayo Walter Pandiani en el segundo tiempo dio un giro al partido. Pandiani anotó los dos goles del Deportivo con sendos cabezazos: a los 51 y 57 minutos. Pero fue insuficiente para los gallegos.
|