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En decadencia Roberto Alomar está muy lejos de ser el jugador que sobresalía con los Indios de Cleveland. /Al Día
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Ponchado
Roberto Alomar debe demostrar que no está acabado
Houston / EFE y Redacción. Roberto Alomar, por más de una década, definió el arte de ser un segunda base estelar en el béisbol de las Grandes Ligas.
Pero en las dos últimas campañas le ha ido muy mal.
Sus 12 viajes al Juegos de Estrellas, 11 como titular, lo establecieron como uno de los mejores en defender la intermedia.
El intermedista boricua inicia la temporada del 2004 listo para el reencuentro con su pasado y dejar un legado para otros latinos. Pero, ¿volverá a ser el de antes?
Alomar regresa al circuito menor con los Cascabeles de Arizona, lleno de entusiasmo y dispuesto a borrar la campaña del 2003, en que fue autor de su peor producción en las Mayores después de jugar con los Mets de Nueva York y los Medias Blancas de Chicago. TraspasoLos Mets traspasaron a Alomar el 1 de julio a los Medias Blancas, para reunirse por tercera vez con su hermano mayor Sandy.
Ellos fueron compañeros con los Padres de San Diego y también en los Indios de Cleveland.
En el 2003, a su llegada a los Medias Blancas, cometió tres errores en los primeros ocho partidos y luego en los próximos 59 su defensa fue impecable, justo para un hombre que tiene un promedio de fildeo global de .984.
El promedio e bateo de por vida de Alomar es de .301, pero en el 2003 sólo pegó para .253.
Para recuperarse de una temporada como esa, Alomar a su llegada al desierto de Tucson (Arizona), mostró que está listo para triunfar de nuevo.
“Me he preparado con un estricto régimen de ejercicios con un entrenador y he aumentado ocho libras, estoy en buenas condiciones y listo para batallar” expresó Alomar. “Lo que sucedió la pasada temporada ya es cosa del pasado”.
Alomar, que reside en Phoenix, está preparado para buscar una temporada que supere las últimas dos y espera que su vida, fuera del escrutinio de los medios de la Gran Manzana, será lo que él necesite para volver a brillar.
“Me mantendré positivo, haré un buen trabajo, me gusta el béisbol y el deporte ha sido buenísimo para mí. Sólo queda completar varias metas e incorporarme a mi nuevo equipo y cumplir con mis compañeros” comentó el hombre al que le faltan 321 imparables, para llegar a 3.000 como profesional.
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