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Miembros de una congregación vieron, el pasado 22 de febrero, una muestra de “La pasión de Cristo”, en una sala de Minnesota, Estados Unidos.
/Al Día
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¿Fanatismo o negocio?
En un día “La pasión”, de Mel Gibson, obtuvo $26 millones. Muchos se preguntan si el director actuó por fe o por estrategia
Los Angeles/ AFP. Ni las elecciones en Estados Unidos ni los días previos a la entrega de los Óscar lograron opacar el protagonismo de Mel Gibson con su película “La pasión de Cristo”, lo que deja una interrogante: ¿es un fanático religioso o un estratega?
La prensa y la televisión estadounidenses priorizaron en los últimos días la cobertura del estreno del filme y dejaron de lado la campaña electoral en Estados Unidos, la controversia creada por las bodas gay, e, inclusive, los Óscar.
“Mel Gibson es el vencedor (de la semana de los Óscar). ¡Y ni siquiera está nominado!”, dijo Anthony Mora, experto en comunicaciones.
La cinta –que cuenta las últimas 12 horas de vida de Jesucristo– se estrenó el miércoles de ceniza en 4.000 cines estadounidenses. Miles a verlaEn Texas, miles de personas asistieron desde la mañana a las proyecciones, que se prolongaron durante toda la jornada. En Nueva York, muchos espectadores se emocionaron hasta el llanto ante el retrato largo y brutal de los últimos padecimientos de Cristo.
“Me resultó difícil no llorar”, dijo una espectadora. “Pero tenía que ser así de violenta, tenía que ser lo más horrible posible, porqué así fue”, agregó.
The Washington Post relató que el filme es “casi pornográfico” en su brutalidad, mientras la revista Newsweek lo calificó de “resueltamente salvaje”.
En tanto, el New York Times indicó que verlo es una experiencia dolorosa y deprimente.
Con tanta controversia, los expertos vaticinaron que Gibson, católico fundamentalista, tardaría poco en recuperar los $25 millones que desembolsó de su bolsillo para dirigir, producir y escribir el filme. Y así fue, un día después del estreno, la película ya había recogido $20 millones.
Eso es algo extraordinario para una película rodada por entero en hebreo, arameo y latín, con actores casi desconocidos, que tardó meses en encontrar una distribuidora. Hija de la polémica Desde que Gibson anunció su proyecto, distintas organizaciones –cristianas y judías– expresan su temor de que la película aumente la percepción de que los hijos de David fueron los asesinos de Cristo, algo de lo que fueron excusados en 1965, con la reforma del Concilio del Vaticano II.
Abraham Foxman, líder de la Liga Nacional Anti-Difamatoria (ADL), dijo el miércoles que temía una reacción en Medio Oriente.
“Él hizo su opción. Y fue acusar a los judíos” de la muerte de Cristo, señaló en una conferencia de prensa después de ver la cinta.
Gibson, de 48 años, ha desestimado una y otra vez que la película sea antisemita. “(Jesús) murió por nuestras injusticias”, dijo el actor a la cadena ABC, en la que rechazó distanciarse de su padre, Hutton Gibson, quien llegó a decir que el holocausto nunca existió. Como loco Quizá lo más sorprendente para el público fue descubrir que el héroe de “Corazón Valiente” era un hombre tan religioso.
Hay quienes también piensan que raya con locura. “Al principio, cuando decidió gastar tanto dinero en esa película todos pensaban que estaba loco, pero ahora parece más loco que una cabra”, dijo Patrick Goldstein, del periódico LA Times.
Pero en estos días los expertos ven a Gibson como un brillante estratega, que supo aprovechar la polémica para vender un filme, considerado en un inicio un fracaso para Hollywood.
“La estrategia fue brillante: el filme fue mostrado a grupos cuidadosamente seleccionados –en su mayoría de grupos protestantes y católicos– que se comprometieron a no brindar detalles”, opinó Mora, quien cree que no sería ingenuo pensar que todo esto no es más que una perfecta campaña montada.
“Desde haber sabido aprovecharse de la polémica hasta elegir un miércoles de ceniza para lanzarla en las salas estadounidenses, Gibson ha demostrado ser un genio de venta”, añadió.
“¿Acaso alguien habla de El Señor de los Anillos esta semana?”, se interrogó Mora refiriéndose a la película favorita para ganar en los Óscar.
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