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Consuelo Jorge Arturo Álvarez Corrales se mostró, de cierta manera, conforme, porque la contaminación no llegó hasta donde están las truchas listas para el mercado, con lo cual la tragedia no fue total. /Al Día
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Matanza de peces mimarin rmartin@aldia.co.cr
Poás, Alajuela.- Una masiva muerte de truchas que podría arrojar pérdidas superiores a los ¢20 millones es investigada desde ayer en la mañana por oficiales del OIJ de la delegación local.
El grave daño económico y ecológico ocurrió entre el sábado al mediodía y ayer por la mañana en la finca “Las Lluvias”, en Fraijanes de Alajuela.
La mortandad, que prácticamente acabó con unas 170 mil peces, entre los dos y los cuatro meses de edad, fue causada, presuntamente, por algún tipo de tóxico que llegó en el agua que abastece este lugar de recreo y producción de aluvines.
La fuente original de abastecimiento es el río Urruca, en donde los oficiales del OIJ tomaron muestras de agua, así como también en los canales, estanques y tanques.
“¡Estamos consternados! Esta tragedia nos llega cuando pensábamos que íbamos a comenzar a reponernos de una situación similar que tuvimos hace dos años ”, declaró el biólogo y dueño de la propiedad, Jorge Arturo Álvarez Corrales.
En aquella oportunidad, la contaminación les deparó la muerte de unos 18 mil peces adultos, listos para el mercado.
La contaminación quedó al descubierto cuando, de manera sorpresiva, las truchas cambiaron su comportamiento de manera radical.
“Al detectar la contaminación, comenzaron a moverse de manera descontrolada, a pegar contra las paredes de los tanques o canales en busca de una salida para esquivar el veneno”, comentó el biólogo.
El veneno resultó demoledor en las especies menores, porque era el sitio en donde no solo había una mayor aglomeración de animales, sino que por su pequeño tamaño (0,6 gramos a 1,5 gramos de peso) fueron ampliamente vulnerables.
La muerte de estos aluviones no solo ocasiona pérdidas a su productor, el biólogo Álvarez, sino también a otros propietarios de centros similares que con ellos iban a reponer los peces que sacarían al mercado después de Semana Santa.
Las pérdidas en truchas adultas, inicialmente, no es grande porque están en estanques mayores y al percibir la contaminación, tratan de irse a las zonas menos densas de tóxicos para sobrevivir.
“Sin embargo, habrá que esperar que el agua aclare para revisar el fondo. Espero que la tragedia no sea mayor”, dijo.
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