Lunes 1 de marzo, 2004. San José, Costa Rica.



 

Foto Principal: 674605
Amplio y remoto
La zona donde apareció el cuerpo de Gómez es extensa y solitaria. Gracias a la organización de los vecinos fue que lograron dar con sus restos.
/Al Día

Aparece cadáver en finca


Cot de Cartago. Tras 13 días de desaparecido, ayer, a las 12:45 p.m, apareció en la finca agrícola “Caminos del sol” el cuerpo de Óscar Alberto Gómez Calvo, de 23 años.

La Fuerza Pública indicó que Gómez presentaba dos disparos, uno en la nuca y otro en el abdomen. Estaba en avanzado estado de descomposión dentro de una zanja. Estaba cubierto con unas ramas y tenía unos moretones en la espalda, informó la policía.

Alrededor de 50 personas, entre familiares y amigos de Gómez, se organizaron durante el fin de semana para buscarlo, ya que consideraban anormal su desaparición.

“Hoy (ayer) gran cantidad de personas salimos a buscarlo. La última vez que lo había visto fue el martes 17, como a las 6:30 p.m., cuando iba para el culto. Lo saludé y él me dijo adiós. Apareció como a 150 metros del río Reica, estaba como metido en una zanja y estaba ya descompuesto”, relató Ana María Gómez, tía del hombre, quien participó en la búsqueda.

Añadió que el problema de su sobrino era la adicción a las drogas.

“Él trabajaba recogiendo papas en la zona, el problema es que lo que se ganaba lo utilizaba para comprar drogas”, comentó.

Marcos Pérez, quien encontró el cuerpo, comentó que el cadáver fue localizado en los alrededores de un río.

“Le faltaba una de las tenis, estaba un poco raspado y sus muñecas estaban descarnadas. Estaba con las manos estiradas hacia atrás. Parecía que lo habían tirado”, dijo.

Extraña llamada

Una llamada a la casa de una vecina, asegurando que el cuerpo de Gómez se encontraba en los alrededores del río Reica, alertó a sus conocidos.

“Una mujer llamó y dijo que si querían encontrar el cuerpo debían buscar por las cercanías de un río. Lo hicimos y logramos dar con él”, relató Carlos Eloy Coto, vecino de la víctima.

Su hermana Viviana Gómez aseguró que lo único que queían era encontrarlo vivo o muerto, ya que el no conocer nada les atormentaba.

Desde el jueves, unos cinco vecinos se organizaron y compraron un ataud, ya que la esperanza de que apareciera con vida era muy difícil.

Gómez era el tercero de nueve hermanos, era soltero y tenía una niña de 2 años.

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