¡Qué dicha!
Mi domingo 7
Un grupo de señoras de escoba, sombrero negro y alguna que otra verruguita en la nariz se reunía todos los días en el bosque, alrededor de una hoguera, a cantar el mismo estribillo. (La autora, o sea yo, no se hace responsable, si encuentran algún parecido con lo que ocurre a diario en Cuesta de Moras y Zapote.) Ver más... |
|