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Desde el aire
Un soldado patrullaba desde un helicóptero Cartagena, adonde hoy llegará el presidente Bush. Los 15 mil soldados, policías e infantes de marina encargados de la seguridad están desplegados en esta ciudad y en sus alrededores.
AFP/Al Día
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Cartagena en máxima seguridad
15 mil policías por visita de Bush
Cartagena, Colombia/ AFP. Un imponente dispositivo de seguridad, que incluye unos 15 mil efectivos en el terreno, aviones de combate y buques de guerra, se ha establecido en esta ciudad colonial a las orillas del Caribe ante la visita que hará hoy el presidente estadounidense George W. Bush.
“Estamos preparados para enfrentar cualquier acción terrorista”, dijo a la AP el jefe de las fuerzas especiales de la Armada, coronel Rafael Colón.
Comandos especializados en guerra urbana y agentes antidisturbios están alertas para impedir brotes de violencia que pudieran producirse mientras Bush permanezca en este puerto, a 600 kilómetros al norte de la capital.
Dos cazas A-37 Dragonfly, de la Fuerza Aérea, surcaban el soleado cielo hacia el mediodía y al fondo de la bahía se podían observar las tres fragatas de las Armada vigilando el Caribe. Por aire, tierra y mar También helicópteros artillados sobrevolaban el centro colonial y los modernos edificios de esta ciudad, que los colonizadores españoles fortificaron hace siglos con una muralla de piedra para evitar los ataques de piratas y de barcos del imperio británico.
Pero ahora la amenaza que tienen en mente las fuerzas armadas son las guerrillas izquierdistas y los narcotraficantes, quienes han sentido el rigor de la ofensiva lanzada por el gobierno del presidente Álvaro Uribe con el financiamiento de Washington.
En una demostración de poderío, comandos de la policía simularon la toma de un bus, donde se suponía había un rehén. En un breve asalto que duró minutos, los agentes irrumpieron en el vehículo con subametralladoras Uzis con silenciador y escopetas, logrando rescatar al supuesto plagiado.
También buzos tácticos de la armada demostraron sus destrezas al lanzarse al mar desde un helicóptero y avanzar con su armamento hacia tierra firme.
Como si no bastara, en la profundidades de la bahía un submarino registra comunicaciones sospechosas y un robot de la policía está listo para desactivar explosivos.
Las autoridades también han determinado cerrar el tráfico aéreo y marítimo unas cinco horas.
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