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Ejemplo Una actitud de valentía y profesionalismo mostró ayer en la ciudadela León XIII esta experta en la recolección de indicios del OIJ, quien, al final debió ser custodiada por la Fuerza Pública ante la agresividad de algunos curiosos. José RIVERA/Al Día
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Violencia cobra otras dos vidas
León XIII, Tibás Rodolfo MARTÍN rmartin@aldia.co.cr
Martín Dominick Ramírez Miralles y Vinicio Porras Marín, ambos de escasos 18 años, se convirtieron ayer, a las 2:24 p.m., en las dos nuevas víctimas de la incontenible violencia que azota a la ciudadela León XIII, en Tibás.
El doble homicidio ocurrió en la temida calle del “Martillo” en donde, al caer la tarde, y en voz baja, se adelantaba que vendrían nuevas muertes en venganza por el crimen de “Billy”, como se conocía a Vinicio.
Una niña que, al finalizar la tarde aún llevaba puesto su vestido de primera comunión, miraba asustada el trabajo que desplegaba una experta en recolección de indicios del OIJ.
Al frente suyo, un muchacho quizá 10 años mayor, también observaba, pero con indiferencia.
El joven le daba grandes jalonazos a un cigarrillo de marihuana, algo que a nadie parecía importarle.
La oficial del OIJ era escoltada por miembros de la Fuerza Pública, dado el nivel de agresividad que se respiraba en el ambiente.
Al cierre de la presente edición, se desconocían las causas que ocasionaron el doble homicidio.
Porras y Ramírez, al parecer, permanecían juntos en el rancho del primero cuando un tercer hombre comenzó a llamarlos.
Los adolescentes salieron y fue cuando se produjo el doble homicidio.
Porras recibió una herida de arma de fuego en el corazón, mientras que Ramírez una puñalada en en ese mismo lugar, dijo Jonathan Chaves, de la Cruz Roja de León XIII.
Ambos muchachos perdieron mucha sangre antes de ser socorridos.
Ramírez murió de un paro cardiorespiratorio cuando la ambulancia transitaba por las inmediaciones del hotel Irazú, camino al Hospital México.
Ramítez murió por la misma causa cuando ya estaba dentro de ese centro de atención médica y era trasladado a urgencias, donde sería operado.
Ambos muchachos habían sido invitados por otros amigos de la conflictiva barriada, para que los acompañaran a un partido de fútbol que sostendría en Alajuela un equipo del lugar.
Sin embargo, ninguno de ellos quiso acompañarlos.
El ministro de Seguridad Pública, Rogelio Ramos, precisamente, decidió la semana pasada emprender un programa especial de vigilancia para esta barriada con la idea de contener la escalada deviolencia.
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