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Sueño truncado Juan Pablo CARRANZA
jcarranza@aldia.co.cr
La Tigra, San Carlos.- Desde niño, el sueño de Bryan Badilla Vega fue convertirse en árbitro de fútbol, pero las aguas del Pacífico le robaron su esperanza. El joven murió ahogado el domingo frente al Paseo de los Turistas, en Puntarenas.
Ayer, a las 5 p.m., la comunidad de La Tigra en San Carlos recibía en la iglesia católica el cuerpo de Bryan.
Siempre fue un joven emprendedor. Sin descuidar el estudio, se entregó a la pasión de llevar orden y justicia a las canchas.
Tras años de esfuerzo y dedicación, participando de forma muy activa, tanto en campeonatos escolares como de ligas menores, el viernes anterior decidió hacer un examen para poder ejercer el arbitraje oficialmente.
Sin saber cuál fue el resultado de la prueba, el sábado se marchó con su familia a la playa para descansar de la ardua preparación a la que se dedicó días atrás.
El domingo, tirado en la arena, Bryan recibió la llamada de una familiar para comunicarle que la Federación de Árbitros aprobó su examen. Su sueño por fin se había hecho realidad.
Ese mismo domingo Bryan murió... se lo tragó el mar.
Luego de que Puntarenas fue quizás el escenario del momento más feliz de su vida, en cuestión de segundos se transformó, para convertirse en una playa desgarradora para sus padres Danilo y Rocío, a quienes a las 5:30 p.m., cuando una patrullera de la Base Naval localizó el cuerpo flotando, las aguas del Pacífico les devolvía al mayor de sus hijos sin el espíritu de vida que siempre lo caracterizó.
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