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Varias comunidades de Upala están consumiendo agua que no reúne las condiciones básicas de higiene, según un estudio del laboratorio de aguas del Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados.
Carlos HERNÁNDEZ /archivoGrupo Nación/Al Día
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Riesgo por agua contaminada Elsa ROJAS, corresponsal
Ciudad Quesada.- Los problemas de contaminación fecal en los acueductos rurales, afectan a varias comunidades de la Zona Norte, principalmente en La Virgen de Sarapiquí y Pital de San Carlos.
Datos brindados por el laboratorio de aguas del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA) muestran que en San José de La Virgen y en El Sahíno de Pital, se registran niveles máximos de 2.400 o más coliformes fecales por 100 ml de agua.
Según la Organización Panamericana de la Salud, el agua debería tener 0 unidades, pero el AyA señala que hasta 4 es un nivel aceptable, que no compromete la potabilidad del líquido. Casos críticos
Boca Tapada y El Sahíno de Pital, Ebrón de Cutris (San Carlos), Zapote de Bijagua y Colonia Blanca de Aguas Claras (Upala); Estero Grande, San José y La Delia de La Virgen (Sarapiquí) son las comunidades que registran los niveles más altos de coliformes fecales (superiores a 200 por 100 ml de agua analizada).
Además, 57 acueductos presentan calidades que no son potables, ya sea porque el nivel de coliformes fecales es superior a 4, o porque se encontraron restos de la bacteria esteriquia coli.
Entre estos se encuentran Boca Arenal y Terrón Colorado, Cuestillas y Ron Ron, la Luisa de Pocosol, San Isidro de La Tigra y San Vicente de Ciudad Quesada, en San Carlos; San Miguel y Llano Bonito de Guatuso; la Jabalina, Agroindustrial y San Miguel de Bijagua, en Upala; Pablo Presvere, el Roble y San Ramón de la Virgen de Sarapiquí.
Sin embargo, los datos aportados por el AyA surgen de muestras de agua tomadas en nacientes, tanques de almacenamiento y redes de distribución entre el 1 de enero del 2003 y el 20 de agosto pasado.
En algunos acueductos, la situación puede haber variado. Tal es el caso de El Sahíno de Pital, donde los análisis de agua datan de abril del 2003.
Patricia Rojas, secretaria de la Junta Administradora del Acueducto, manifestó que en septiembre del año anterior, se instaló la junta actual, que ha coordinado con el AyA una serie de mejoras.
“Cuando se realizó la medición por parte del laboratorio de aguas la situación era bastante crítica e incluso la población sufrió alteraciones en su salud”, recordó Rojas.
En la naciente Ulisés Quirós, es donde se registran los niveles más altos de contaminación. La representante de la Junta del Acueducto explicó que ésta se encuentra en una cueva, a donde entraban murciélagos, pero ya fue sellada. Nuevo estudioHace tres meses, AyA realizó un nuevo estudio, aunque no fue posible conocer el resultado. Fabio Sancho, de la oficina regional, declaró que en varias ocasiones han pedido los resultados de estos análisis al laboratorio de aguas, pero no se los han dado aún.
En Boca Tapada, el Ministerio de Salud alertó por la mala calidad del agua que consumen los pobladores y por tal motivo, el AyA planea incorporar la comunidad a un programa de obras menores, para realizar las mejoras requeridas. Sin embargo, aún están en la fase de buscar los recursos, comentó Sancho.
En el caso de Sarapiquí, enviarán un técnico para que analice la situación y brinde recomendaciones. Ahí uno de los principales problemas es que la demanda de agua ha crecido a un ritmo muy acelerado, por lo que el acueducto no da abasto y se expone a un constante e inadecuada manipulación, explicó Leslie Mora, director regional del AyA Mala administraciónMora dijo que revisarán los resultados de los análisis del laboratorio de aguas, para visitar las comunidades que presentan mayores problemas por altos índices de contaminación fecal.
Explicó que esta situación se da por la mala administración de la mayoría de las Juntas de Acueductos. De los 520 sistemas que componen los acueductos rurales de la Zona Norte, apenas un 20 por ciento cuentan con una buena administración, agregó.
Esto incide en que no cuenten con recursos para pagar un buen fontanero, equipo de herramientas para reparación y la compra de materiales para el mantenimiento de las nacientes y los tanques, añadió el funcionario.
Leslie Mora también dijo que el trabajo de la institución estatal se centra en brindar capacitación a las Juntas, en temas administrativos, que es la principal deficiencia que enfrentan.
Mora señaló que los resultados de los análisis realizados a los acueductos de la zona no son tan serios, ya que de 520 acueductos que existen, son pocos los que arrojan resultados tan graves.
De los 57 acueductos que presentan problemas de potabilidad, la mayoría se soluciona con la cloración del agua y un mejor manejo del acueducto, señaló el encargado regional de AyA.
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