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Sacrificado
Steven Bryce, marcado en la acción por el canadiense Gabriel Gervais, cumplió una labor de sacrificio en mediocampo visitante.
Manuel VEGA/Al Día
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Uno a uno Alexander AGUILAR
aleaguilar@aldia.co.cr
José Francisco Porras: Noche tranquila, de escasas intervenciones decisivas, pero mantuvo el cero cuando fue exigido en algunos balones aéreos. Poco a poco va ganando confianza como titular de Jorge Luis Pinto.
Gilberto Martínez: Se jugó un partido de nota alta, cumplió con seguridad en los cierres y coberturas. Volvió a ser el hombre impasable en la zaga tricolor. Puso el pase largo para que Wanchope anotara.
Luis Antonio Marín: También cumplió con creces en la línea de seguridad. Mantuvo el orden defensivo, se entendió con Martínez y evitó el pase largo; prefirió salir tocando por el centro y los costados.
Try Bennett: Mantuvo el equilibrio por su banda derecha, aunque tuvo algunos problemas para controlar al habilidoso Dwayne de Rosario, sobre todo en el primer tiempo. Sumó superioridad numérica en el mediocampo y apoyó en ataque.
Leonardo González: Fue otro de los bastiones de la línea de cuatro, sin errores ni despistes. Tuvo algunas dificultades con Julián de Guzmán, pero al final sacó ventaja en defensa. Pudo haber sumado más en ofensiva.
Cristian Badilla: Un poco desconcentrado en los primeros minutos, cuando entregó mal algunos balones. Luego ganó confianza, se conjuntó con López y apoyó arriba a Bryce y Solís.
José Luis López: Fue el hombre equilibrio del mediocampo, mejoró notablemente en la recuperación de la pelota y demostró seguridad en el servicio. Balazo de seguido en el complemento que por poco le depara un festejo.
Alonso Solís:Sigue creciendo ante la confianza de Pinto. Jugó bien con y sin balón. Bajó a la defensa a acarrear balones y lo distribuyó con seguridad en la transición defensa - ataque.
Steven Bryce: Sacrificado en mediocampo canadiense, tuvo que ir a luchar los balones divididos, ganando muchos de ellos para habilitar a Saborío y Scott. Cumplió al tapar la salida canadiense.
Erick Scott: Juego discreto, le faltó movilidad en ataque y entendimiento con Saborío en la inicial y con Wanchope en el complemento. En muchas acciones fue presa fácil de la defensa rival.
Álvaro Saborío: Similar que Scott. Lo intentó en el juego aéreo pero sin éxito. Le faltó movilidad y penetración. En el hombre contra hombre sigue teniendo dificultades. Fue el sacrificado para el ingreso de Wanchope.
Paulo Wanchope: Entró encendido y con la suerte de anotar en su primera acción ofensiva. Agallas y determinación para cabecear y rematar de seguido, tras el pase largo de Martínez. Tuvo un par de acciones más, pero no le salieron.
Wálter Centeno: Fue el hombre pausa que necesitaba Costa Rica para tener el balón e ir al ataque. Se paró con autoridad en el mediocampo, abrió la cancha, intentó en la penetración y gastó valiosos segundos en el cierre.
Danny Fonseca: Entró para pasar el candado cuando Canadá intentaba sacudirse la desventaja. Tuvo pocas intervenciones, pero su presencia cerró los espacios en el mediocampo. Cumplió su misión.
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Fuerte
Leonardo González marcó duro cuando fue necesario, para frenar el ímpetu de los canadienses.
Manuel VEGA/Al Día
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¿Por qué ganó la “Sele”? 1Porque fue más agresiva con y sin balón. Cuando tuvo la pelota no perdió de vista el área contraria y cuando le despojaban del balón se reagrupaba con velocidad para iniciar la recuperación. Se jugó en función de la colectividad y con un bloque que mostró pocas grietas. 2Porque jamás perdió el control del partido, aun cuando Canadá intentaba hacer daño con Julián de Guzmán, Iain Hume, Tomasz Radzinski y Dwayne de Rosario, quienes fueron sus hombres más insistentes en ataque. 3Porque la defensa cumplió su rol de seguridad tanto por el centro como por las bandas. Luis Marín y Gilberto Martínez pasaron el candado como centrales, mientras que Leonardo González y Try Bennett evitaron el tránsito libre por sus sectores. No hubo errores gruesos ni desconcentraciones que comprometieran el cero atrás. 4Porque la línea de recuperación y gestación (López, Badilla, Solís y Bryce) de juego se adueñó de la mayoría de segundas bolas, quedando con opciones claras de iniciar los avances en forma sorpresiva. La Tricolor atacó por todos los sectores, su transición defensa - ataque no fue tan predecible como en juegos anteriores. 5Porque se jugó con la camiseta bien pegada al pecho. La Selección sacó su vergüenza, coraje y agallas para comenzar a sumar en una eliminatoria que todavía está cuesta arriba. Se jugó con agresividad positiva, jamás se dio por perdido un balón.
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