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En conferencia
Monseñor Ángel San Casimiro dijo, el 28 de junio, que “cuando es un enfermo que está recuperándose, yo creo que hay que guardar cierta sensibilidad para el tratamiento”, en relación con el sacerdote Vásquez.
Allen CAMPOS/Al Día
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Archivarían denuncia contra Obispo
Supuesto favorecimiento a cura Enrique Vásquez Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA
Vivian MEDINA, corresponsal
alvarosanchez@aldia.co.cr
La Fiscalía de San Carlos pidió ayer archivar una denuncia por supuesto favorecimiento interpuesta contra el Obispo de Ciudad Quesada, Monseñor Ángel San Casimiro.
Flory Salazar, madre de un menor supuestamente víctima de abusos por parte del sacerdote Enrique Vásquez, actualmente en fuga, denunció al Obispo, según ella, por favorecer la huida del prelado.
La petición de sobreseimiento se basa en que, de acuerdo con el artículo 332 del Código Penal, la prescripción de una acción penal se aplica cuando el tiempo transcurrido desde la fecha en que se supone ocurrieron los hechos, es superior a la pena máxima que se aplica por el delito que, en este caso, es de dos años.
Según indicó el fiscal a cargo del caso, en esta causa “nos encontramos que desde que ocurrieron los hechos, que eventualmente configuran ese delito, ya transcurrieron más de tres años, es decir están prescritos”. Lo que dijoEl lunes 28 de junio anterior, San Casimiro admitió en una conferencia de prensa que no alertó al Ministerio Público sobre el paradero del sacerdote Vásquez, reclamado por la justicia costarricense.
Monseñor también admitió que ayudó económicamente a Vásquez y que calló sobre su paradero.
“Yo fui formado para ser pastor, no para ser un investigador privado”, dijo el Obispo en esa oportunidad, cuando reconoció haber ayudado económicamente a Vásquez durante sus dos permanencias en el centro de rehabilitación Casa Alberione, de Guadalajara, México, con más de $1.000 (¢438.000).
Según relató el prelado, en el 2000, antes de llegar Vásquez a la parroquia de St. Mary en Conneticut, Estados Unidos, ingresó al centro de rehabilitación en México y un sacerdote puertorriqueño fue quien le dio aviso y le propuso hacerse cargo de los gastos.
Cuando salió del centro, en el 2001, Vásquez se trasladó a Conneticut, donde la policía le notificó sobre la denuncia que enfrenta en nuestro país, por lo que huyó de esa parroquia.
En ese momento, el Obispo de Harfort en Conneticut, localizó a San Casimiro, quien se encontraba de vacaciones en España, y le comentó lo que estaba pasando con Vásquez. Puede renunciarLa Fiscalía afirmó que si el Juzgado acepta la solicitud de prescripción, la causa sería archivada.
Esto, a menos, que San Casimiro desee por su propia voluntad que renuncia a la prescripción, pues este es un derecho establecido en el artículo 35 del Código Procesal Penal.
Por su parte, el abogado de la defensa, Raúl Muñoz, indicó anoche que de momento no se referirá al caso, por considerarlo un trámite interno.
Adelantó que cuando conozca la resolución del Juzgado, analizará si cabe una apelación, aunque asegura que es muy pronto para comentar sobre la solicitud de la Fiscalía de San Carlos.
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