|
Una oración Ayer, a las 3:15 p.m., la salvadoreña Ana Soriano llegó hasta la capilla de Sor María Romero en Barrio Don Bosco. "En el día del Señor de la Misericordia, voy a pedir por el Papa, un hombre tan bueno que nos dejó muchas enseñanzas", dijo.
|
Pacheco desea Papa hondureño
Hoy parte al Vaticano
Junto con lamentar profundamente la muerte de Juan Pablo II, el presidente Abel Pacheco aseguró ayer tener el deseo de que el nuevo Papa sea el cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez.
"Es una maravilla, un gran humanista, políglota, un hombre sencillo, alegre, no es de las personas que creen que para ser bueno hay que estar bravo todo el tiempo. Es un hombre alegre que canta, simpático, un hombre bondadoso", dijo Pacheco.
"Además creo que lo merecemos porque Latinoamérica es hoy por hoy la concentración mayor de católicos del mundo", agregó.
Al mismo tiempo, el Presidente anunció que él mismo encabezará la delegación oficial costarricense que acudirá al Vaticano para participar en los funerales de Juan Pablo II, fallecido el sábado.
"Allá estaré representando a este pueblo que tanto lo amó, porque Costa Rica amó profundamente a este santo varón. Yo he visto en las calles del país el dolor reflejado en los rostros de la gente. El pésame que le llevo al Vaticano es sincero y muy sentido", afirmó. RetoEso sí, el mandatario aclaró que "el Papa que diga la Iglesia será bien aceptado, por supuesto".
Aseguró que al nuevo Pontífice le tocará el reto de "poner al día las cosas porque la Iglesia tiene que enfrentarse con una serie de problemas".
Incluso afirmó que "tiene que contemplar" temas como el sacerdocio de las mujeres.
Pacheco viajará hoy a las 5 p.m. hacia el Vaticano acompañado por la Primera Dama, Leila Rodríguez, el canciller Roberto Tovar y un representante de protocolo.
Antes, a las 9 a.m., firmará el libro de condolencias en la sede de la Nunciatura, en Rohrmoser.
|
Aromas de dolor Mientras vigilaba la entrada principal de la Nunciatura, en Rohrmoser, el oficial de la Fuerza Púbica, José Lumbi, recibió varios ramos de flores que dejaron los fieles en señal del duelo por la muerte del Papa.
|
|
De luto El dolor por la muerte del Papa se reflejó en el luto que lucían hombres y mujeres durante las diferentes misas que se oficiaron en todas las parroquias del país. Quienes se acercaron a la Catedral Metropolitana, afirman que durante varios días lucirán el negro, en señal de luto.
|
Permiso para misa
El Gobierno anunció ayer que los empleados del sector público tendrán permiso para ausentarse unos momentos de sus puestos de trabajo, y participar de la misa oficial que la Iglesia Católica costarricense ofrecerá en memoria del Santo Padre, Juan Pablo II, aparentemente el próximo jueves, a las 10 a.m.
La fecha no está confirmada del todo, pues deberá coincidir con el día en que se efectúe en el Vaticano el funeral del Papa, algo que podría ocurrir entre jueves y viernes.
"De esta forma, todo el pueblo creyente podrá unirse en oración por el descanso eterno de uno de los hombres más carismáticos de la humanidad", afirmó al comunicar la noticia el presidente Abel Pacheco.
Por otra parte, hoy a las 11 a.m., en la Catedral Metropolitana, se oficiará la primera misa de novenario del Papa. A partir de mañana, esa ceremonia eucarística se oficiará a las 8 a.m.
|
Imborrable Setiembre del 2000. Un momento mágico para Jorge Jiménez Deredia y Costa Rica: la entrega al Papa de la escultura de San Marcelino Champagnat, que tiene un lugar privilegiado en la plaza de San Pedro. Archivo/Grupo NaciónAl Día
|
La tristeza del escultor
Jiménez Deredia desde Italia
Si hay un costarricense en Italia que lleva en el corazón, en sus manos, en sus obras, al Papa Juan Pablo II, y que hoy lamenta con toda el alma su partida, es el escultor Jorge Jiménez Deredia.
El hombre que llevó a Costa Rica a un lugar privilegiado en la Basílica de San Pedro, con la escultura a San Marcelino Champagnat, hoy recuerda con cariño, emoción y admiración al Pontífice que, reconoce, marcó y marcará su "historia como artista". "Fue él (Juan Pablo II) quien hizo santo a Marcelino Champagnat, y decidió en solo diez días que yo hiciera la escultura para la Basílica de San Pedro. El encuentro con él fue determinante, su bendición me acompaña hasta el día de hoy", relató ayer desde Carrara mediante un correo electrónico.
"Puedo afirmar que esa bendición no se limitó al instante de la develación de la estatua, sino, más bien, fue el inicio de un largo camino junto a él que comenzaba en ese momento. Estoy seguro de que él lo sabía, y nunca podré olvidar su mirada profunda y la determinación de sus palabras", añadió.
Y ese camino marcó la ruta y la vida del escultor costarricense. "Cada día que pasa, me convenzo más que el tener una escultura en la fachada de la Basílica es un milagro, y este milagro pasó a través del Papa Juan Pablo II.
Él superó todos los límites de la tradición vaticana para ver en mi a un ser humano que podía aportar un granito de arena en su pontificado".
Pero eso no es todo. La lección bendita que Jiménez recibió de Juan Pablo II es mucho mayor y será una huella imborrable, eterna, como el mismo "Papa del mundo": "En todo momento, él me demostró una gran humanidad, y pude constatar personalmente el gran respeto que tenía por el ser humano. Esta enseñanza marcó mi destino y me acompañará para siempre", relató el costarricense.
Información: Carmen NAVARRO, Pablo GUERÉN. Corresponsales Rolando AVILÉS (Puntarenas), Carlos SALAZAR (Naranjo), Róger AMORETTY (Limón), Mara Estela MONTEROSA (Cartago) y agencias AP, AFP y EFE. Fotos: Rafael PACHECO, Abelardo FONSECA y Mayela LÓPEZ
y agencias.
|