Candidatos no deben ofrecer regalos, sino un proyecto de país serio

Urge una campaña de ideas

Escándalos, corrupción y apatía obligan a variar estrategias para captar votos.

La campaña política hacia el sillón de Zapote recién empieza. Los motores de las diferentes candidaturas ya rugen recorriendo el país, gastando millones en publicidad, y algunos, incluso, ofrecen regalos. Pero le invito a hacer un alto en el camino.

Tras los escándalos de corrupción, con la apatía política reinante y el entrabamiento político - económico que vive el país, ¿qué campaña necesita ver y escuchar usted como ciudadano? ¿Una de promesas demagógicas, o una donde se le diga cómo hará el Gobierno para, de verdad, afrontar el alza de precios, el desempleo y la delincuencia?

"A las puertas de una nueva campaña, pedimos a los partidos que nos presenten, en primer lugar, un proyecto-país, con una verdadera proyección de futuro, pues, sin una mirada de horizonte amplio, corremos el peligro de seguir en la vacía letra de los discursos", afirmó Monseñor Hugo Barrantes, el 2 de agosto.

El analista Rodofo Cerdas cree que urge "una campaña de propuestas serias y realizables ante las reales necesidades de la gente, y no una donde solo se busque atraer votos vendiendo la imagen de un candidato, como ocurrió una y otra vez hasta el 2002".

Caer en esas viejas tácticas del pasado, en un país que cambió, sería un error garrafal, advierte Carlos Sojo, de FLACSO, al señalar que "una campaña superficial solo beneficiará al candidato que tenga más dinero para posicionarse en los medios, algo que, por ningún lado, contempla una propuesta política de fondo".

Ahí, Cerdas pone el grito al cielo sobre recientes ofertas políticas de computadoras gratis o el pago del alquiler de una casa a matrimonios jóvenes.

"Eso es el testimonio de que nuestra clase política dirigente, aun los que pretenden ser herederos de los viejos dirigentes, no han aprendido nada de la nueva Costa Rica que ha surgido. Ya no hay un solo joven que se deje engañar con semejante mentira", señala.

Monseñor Barrantes les recuerda a los políticos que detrás de sus campañas están seres humanos con necesidades y preocupaciones diarias.

"No olvidemos: se trata de construir una democracia social, que permita la movilidad social ascendente y el mejoramiento de la calidad de vida de los costarricenses. La disyuntiva es: continuar produciendo riqueza concentrada y pobreza estancada, o asumir una estrategia de desarrollo sostenible con rostro humano. La palabra se la dejamos a los partidos políticos", dijo.