Niños

Arriba y abajo con cuidado

Levantar a los niños sosteniéndolos del antebrazo o de una mano podría provocarles un gran dolor en el codo.

Se trata de un mal conocido como "codo de niñera", pues es común que sea provocado por las personas que cuidan niños.

Es algo que sucede con frecuencia en menores con edades entre uno y cinco años, que son jalados con fuerza o caen con el brazo hacia atrás.

El ortopedista Willy Bolaños, del Hospital Nacional de Niños señala que, por día, acuden a ese centro uno o dos pequeños con este tipo de dolencia.

Agrega el experto que si el brazo, la muñeca o la mano se jala con fuerza, el codo se desmonta y el pequeño no puede mover el brazo.

Esa dislocación suele suceder después de que un padre, por ejemplo, levanta al niño de un brazo para ayudarlo con un escalón alto o para cruzar la calle. También cuando los menores hacen berrinches y los jalan de las extremidades para controlarlos.

En los niños mayores de cinco años, el problema se resuelve con el crecimiento del codo y de los músculos.

¿Qué hacer en caso de que le ocurra a uno de sus hijos? Acudir al especialista, quien, con una simple maniobra, monta el hueso en su lugar original. Algo que hacen los médicos en el mismo consultorio y que de inmediato le ahorra sufrimiento al menor.

Bolaños señala que mientras llegan a la consulta el brazo debe mantenerse inmóvil porque de lo contrario regresa el dolor. Algo que los niños hacen instintivamente es mantenerlo extendido o un poco flexionado.

En algunos casos el hueso vuelve a su lugar sin ayuda, pero estos son los menos.

Los especialistas advierten que está contraindicado sobar la zona afectada o tratar de montar el hueso en casa. Sin tratamiento, el chico puede quedar incapacitado en forma permanente por extender el codo.