Tripulación colombiana fue sepultada
Dramático adiós a víctimas
Al menos 200 familiares llegaron a Caracas para identificar cuerpos
Bogotá/AFP- Escenas de dolor vivieron ayer los familiares de la tripulación colombiana del avión de West Caribbean, que se accidentó el martes en Venezuela y cuyos despojos mortales fueron despedidos con llanto, rosas blancas y un ambiente de incertidumbre por el futuro de la aerolínea.
Lenta labor
Las autoridades afirman que el proceso de identificación de los cuerpos podría extenderse por tres semanas, debido al estado de los cuerpos.
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La capilla Cristo Rey, de la capital colombiana, recibió a cientos de personas, entre familiares, amigos y trabajadores de West, que con sus trajes azules y grises llegaron hasta el altar, donde en medio de rosas blancas reposaba el ataúd de Omar Alberto Ospina, capitán de la aeronave.
El capitán Ospina fue enterrado en un camposanto del norte de Bogotá, mientras que cuatro horas antes y a 400 km de distancia de allí, los familiares del joven copiloto de 21 años, David Muñoz, cumplían la misma ceremonia en el cementerio Campo de Paz de Medellín.
De estricto luto, los familiares de Ospina recibieron en silencio los abrazos y condolencias de sus allegados. Las primeras sillas de la capilla estuvieron reservadas para las 30 auxiliares de vuelo. Mujeres que con lentes oscuros y pañoletas alrededor de sus cuellos evocaron a su compañero.
"Aunque sabemos del riesgo que representa trabajar en un avión, esta tragedia nos conmueve profundamente. Por nuestros compañeros, por nuestro futuro y por el profundo pesar que, sabemos, también sienten los familiares de los pasajeros. También estamos con ellos", aseguró la azafata Adriana Díaz.
A Muñoz lo acompañaron sus familiares y un puñado de colegas más cercanos en el cementerio Campo de Paz.
"Se apaga una luz joven, talentosa, que estaba para darle más brillo a Colombia, pero qué le vamos a hacer. Se hizo la voluntad de mi Dios", dijo Elkin Muñoz, padre del joven copiloto.
Los funerales de los auxiliares de vuelo fueron ceremonias más privadas en donde sólo participó el círculo familiar y no participaron los medios de comunicación. A las ceremonias fúnebres no asistieron funcionarios de gobierno.
Los 152 pasajeros martiniqueses y los 8 miembros colombianos de la tripulación muertos, en el accidente, regresaban a Martinica tras pasar sus vacaciones en Panamá. Una avería en los reactores fue la causa de la tragedia.
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