150 comercios capitalinos en la mira de Salud

Bombardean con decibeles

"¡Ayyyy muchacho!", me reventaste los oídos!", dijo Marina Campos cuando pasaba por una tienda del bulevar de la Avenida Central . Un empleado, con micrófono en mano, le gritó , a más no poder, "venga señora, todo lo tenemos aquí".

Y es que esta escena es recurrente fuera de comercios que aspiran a subir sus ventas con música o altavoces promocionales que supera los 100 decibeles, aunque lo permitido son 60.

Incluso, los negocios tratan de atraer al cliente con música que llega hasta cimbrar los vidrios de los establecimientos.

De acuerdo con Delia Guevara Sánchez, directora de la Oficina del Ambiente de la Municipalidad de San José, 150 locales comerciales han sido estudiados por el ruido excesivo que hacen.

De acuerdo con normas internacionales, el ruido permitido, en la capital, es igual a 40 decibeles de 6 p.m. a 6 a.m. Y durante el día, es de 65 decibeles.

El ruido de 40 decibeles es similar a el ruido del motor de un refrigerador y, el de 65 decibeles es como estar escuchando un serrucho. Guevara, reconoce que someterse a esos lineamientos es "casi imposible", pero el deber del ayuntamiento es hacer las inspecciones.

El control de los locales están a cargo de 15 inspectores, quienes hacen mediciones diarias.

Según los estudios hechos en San José, hay locales que sobrepasaban los 100 decibeles. Entre los puntos más críticos de contaminación están las zonas aledañas al Hospital San Juan de Dios y el bulevar del centro de la capital

"Se trata , sobre todo, de tiendas o distribuidoras que usan los parlantes para atraer a la gente a sus comercios", dijo.

En el "Rincón de Kattia", una tienda distribuidora de ropa, la empleada Lillian Meléndez, afirmó que ellos hacen "perifoneo" cuando tienen ofertas y les ha llegado un producto nuevo.

En la distribuidora Sosa y Cruz, Roberto Acuña, reconoció que cuando hacen " bulla", mejor bajan el volumen del radio.

De acuerdo con Guevara, algunos comercios ya han sido amonestados por el ruido excesivo.

"Lo primero que hacemos es notificarlos de que el ruido que hacen es demasiado. Si las cosas continúan, el caso se le remite a Patentes y ellos se encargan de abrirles un expediente y cerrarles el local si así procede", aseveró.