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Triste final Viviana Cerdas Rubí, (foto inserta) murió anteayer cuando su excompañero sentimental, de apellido Guerrero, le disparó en el pecho con un arma hechiza. Nelson MÉNDEZ/Al Día
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"Dígale a mi mamá que la amo"
Ya había sido apuñalada Érick CARVAJAL MORA ecarvajal@aldia.co.cr
Guápiles.- Viviana Cerdas Rubí, de 18 años, asesinada anteayer por su compañero sentimental de un disparo con un arma hechiza, en La Trinidad de la Roxana de Guápiles, ya había sido apuñalada hace un año por el mismo hombre, pero no quiso presentar ninguna denuncia.
Cerdas tenía siete meses de haberse separado de su agresor, un hombre identificado con el apellido Guerrero, de 19 años, pero el sábado decidió visitarlo junto con una amiga. Blanca Calderón Ríos, madre del presunto homicida, explicó que Viviana llegó a las 9 a.m. y de inmediato se fueron al río. La pareja, aun separada, seguía reuniéndose. En el río se habrían tomado unos tragos y cuando llegaron a la casa empezaron a discutir.
"Estuve hablando con ella un rato en el patio, pero en ese momento mi hijo, que estaba muy alterado, se rompió la mano al pegarle a un espejo, ella se fue a ver qué pasaba y en ese momento empezaron a discutir", comentó Calderón.
"Vivieron en muchos lados hasta que se construyeron un cuartito detrás de mi casa. Ellos tenían problemas porque cuando mi hijo tomaba se alteraba mucho y se ponía muy agresivo", manifestó Calderón.
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Viviana Cerdas Rubí/Al Día
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Gritos y un disparo.Dentro del cuarto solo se alcanzaban a escuchar los gritos de la pareja, el tono del pleito fue subiendo en intensidad hasta que se escuchó un disparo.
La madre de Guerrero salió corriendo para ver lo que sucedía y encontró a Viviana tirada en el suelo con un disparo en el pecho. Con lágrimas en los ojos, se tiró para ver si podía ayudarla, pero ya había poco que hacer.
Viviana, agonizando, le dijo que se acercara, que tenía que darle un mensaje para su madre: "Dígale a mi mamá que la amo", esas fueron sus últimas palabras. "Traté de ayudarla, de verdad, pero no pudo hacer nada, incluso, tuve que evitar que mi hijo se pegara un tiro", manifestó la madre del agresor.
Minutos después Guerrero se entregó a las autoridades, en silencio, no dijo nada, solamente que se iba a entregar. Calderón recordó que hace siete meses le dijo a Viviana que se fuera, que evitara una desgracia, incluso, tomó ¢2.500 y se los dio para que pagara los pases.
Masías Cerdas, abuelo de Viviana, recordó que hace un año el hombre que le quitó la vida a su nieta la agredió con un cuchillo. Le hizo varias heridas, una en la cara, otra en el brazo y también en el pecho. "Ella no quiso poner ninguna denuncia", explicó el abuelo.
"Viviana no podía separarse de esta zona, aunque vivía con su madre en Santo Domingo de Heredia, se venía con una amiga, según ellas, a vender productos a pagos", indicó Melissa Muñoz, amiga de Viviana.
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