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Las historias que se cuentan sobre la construcción y los túneles misteriosos que conducen hasta él aumentan su atractivo.
Manuel VEGA/Al Día
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Más vida para el Fortín
Un plan pretende devolverle fuerza al histórico sitio florense Guiselly MORA
gmora@aldia.co.cr
Esta vieja edificación, bella por fuera y urgida de arreglos de arriba abajo por dentro, es un sitio estratégico para contemplar Heredia.
Por eso la Municipalidad tiene un plan para devolverle la fortaleza y el buen estado de otros tiempos. (Vea recuadro).
Desde la azotea de esta edificación construida por Fadrique Gutiérrez entre 1880 y 1885 se desnudan el parque con su fuente y sus palmeras, viejos edificios y cientos de casas.
Se observa la lucha que libran por el espacio miles de carros que no caben en la avenida Central y la calle 0, y los peatones "por media calle" .
Torre levantada para una guerra que nunca sucedió, se quedó sola sin las tres hermanas que debieron estar a su lado para hacerle compañía; sola con sus más de 68 orificios (troneras) al revés y su balconcito con vista al parqueo municipal (¡con más carros!), la escuela República Argentina, la Gobernación y el patio de la casa de la familia Guzmán.
A las 3:35 del lunes 28 de febrero, el bazar Isabel, pooles de Heredia, el hotel América, la segunda planta de la heladería Pops y el parque "de las embarazadas" se presentan desde el tercer nivel.
Son los primeros días del verano que llega atrasado y el Sol naranja apenas nos permite ver las montañas.
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/Al Día
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Túneles misteriososEl Fortín es más atractivo cuando se conocen las leyendas que se cuentan sobre él. En el corazón herediano nos topamos con una de ellas: la de los famosos túneles que conducen hasta él; los boquetes están -según los relatos de los vecinos- en la iglesia El Carmen, el Liceo de Heredia, la escuela República de Argentina y otros edificios antiguos.
"Sobre los túneles solo se manejan historias basadas en la tradición oral; acerca de su ubicación, los datos son muy confusos, por lo que no doy fe de ninguno en concreto", declara José Roberto Silva, archivista municipal.
"Se dice que Fadrique Gutiérrez (diseñador y constructor) cavó un túnel entre el Fortín y la casa que él mismo construyó, conocida como 'la fortina'", dice con mucho humor Luis Herrero, destacado historiador costarricense.
Los heredianos son los más preocupados por los misteriosos túneles: para unos son los conductos de agua utilizados en el pasado, para otros pasajes secretos que Fadrique mandó a cavar con la intención de almacenar armas o de usar como ruta de entrada y escape cuando le diera el golpe de Estado a su primo segundo, el general Tomás Guardia.
Dos hombres vieron los boquetes: Manuel Argüello y Víctor Alfaro Ulate, exprofesor y exalumno del Liceo de Heredia, respectivamente. El segundo afirma que en 1976 se abrió por primera vez el piso de madera de la biblioteca de la Escuela Normal, convertida en liceo tiempo después.
En esa ocasión, ambos observaron unos arcos de "ladrillo de barro" de un material similar al utilizado en la construcción del Fortín.
La Municipalidad planea abrirlos de nuevo porque, si comprueban su existencia, serán piezas fundamentales para atraer turistas a la provincia de las flores.
Desde hoy, usted es el primer invitado a entrar en ellos y acariciar, desde las entrañas, la ciudad de Heredia.
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La escalera de madera y metal que está en el interior del Fortín es una de las partes más deterioradas.
Manuel VEGA/Al Día
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Pieza por pieza
Con ¢12 millones de, la Municipalidad de Heredia pretende renovar su símbolo provincial; escalera, techo y paredes están en la mira de los restauradores.
Limpieza general
Relleno de grietas
Consolidación del mortero (material entre ladrillos) para que no se pulverice o quiebre.
Cambio de escalones de madera en mal estado.
Manitas de pintura a la baranda de metal, así como aplicación de anticorrosivo.
Impermeabilización de la loza de la azotea para evitar filtraciones.
Restauración del piso de concreto en el primer nivel.
Restauración del piso de madera en los niveles 2 y 3.
Fortalecimiento de las bases quebradas.
Colocación de una baranda en la azotea.
Cambio de tapa de salida, en el techo.
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Manuel VEGA/Al Día
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Estrategia militar
Una de las características principales del Fortín, y que llama la atención de cuantos lo visitan, es la gran cantidad de troneras (aberturas en las paredes), hechas con el propósito de que los soldados, desde el interior de la fortaleza, pudieran disparar contra los enemigos; sin embargo, vistas desde afuera, hay más espacio para que las balas de los contrarios entren que para proteger a los soldados, ¿cuál es la explicación?
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Manuel VEGA/Al Día
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Según el historiador Luis Ferrero, al parecer, Fadrique lo hizo para facilitar el golpe de Estado que planeaba darle a su pariente, el general Tomás Guardia. Eso explicaría también que solo uno de los cuatro torreones -que se cree habría mandado a construir el mismo Guardia- fuese terminado y que, por casualidad o estrategia, sea el que está ubicado en el punto más vulnerable del cuartel.
Víctor Alfaro Ulate, regidor municipal, narra otra versión que circula entre el pueblo herediano: "Antigua-mente, el centro histórico de Heredia lo formaban cuatro cuadrantes. Las troneras invertidas, se supone, -dice- eran para vigilar los cuatro costados de la ciudad, puntos muy visibles desde la azotea del Fortín".
Aventurero y político
El diseñador del Fortín fue un político y aventurero, recordado, especialmente, por sus dotes de escultor.
"Fadrique Gutiérrez (1844-1897) talló imágenes religiosas para ponerlas frenet a las iglesias", explica el historiador Luis Ferrero, para quien el Fortín es una "cosa curiosísima que con los años se convirtió en símbolo de Heredia".
En 1870, distrajo a los soldados mientras en una carreta cubierta con zacate (conocida como "carreta de guate") ingresaban al Cuartel Principal de San José (hoy teatro Melico Salazar) los golpistas que llevaron al poder a Tomás Guardia, primo segundo de Fadrique.
En 1882, intentó proponer a su hermano Francisco, sacerdote, de candidato al obispado.
"Para favorecerlo comenzó a hacer ciertos actos que tendían a rodearlo de una aureola de sobrenaturalidad, ruidos de campanillas que sonaban sin saberse de dónde provenían, éxtasis del sacerdote, luces extrañas e incluso hechos extraordinarios en la misa a la hora de la consagración, etc", pero el fraude quedó al descubierto, narra el historiador Carlos Meléndez en su libro "Añoranzas de Heredia".
Como siempre quiso ejercer el poder, intentó darle un golpe de estado a Bernardo Soto, pero también fue descubierto. Murió el 5 de febrero de 1897 en Esparza.
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