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Debutante
Pumas mandó ayer contra Morelia a su equipo B, donde figuró Gerardo Alcántara, quien debutó con el equipo.
EFE/Al Día
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Pumas escondieron garras
Hoy llegan con sus estelares a Costa Rica, tras utilizar suplentes anoche ante Morelia Antonio ALFARO, enviado
analfaro@aldia.co.cr
México D.F. Hablar de los Pumas que vimos anoche no tiene sentido. Sería mejor hablar de los que no vimos.
No vimos a los hombres que enfrentarán el miércoles a Saprissa, excepto por el zaguero central el paraguayo Darío Verón, el volante Gerardo Galindo y, de cambio, Israel Castro. El resto de los jugadores alineados no eran precisamente cachorros, pero sí jugadores muy poco utilizados en el torneo mexicano. Pumas estaba pensando en Saprissa.
Sin nada que perder y nada que ganar en el torneo mexicano, cuidaron tanto las garras que violaron una norma del fútbol mexicano que prohíbe incluir en las últimas fechas a más de cuatro jugadores con menos de cuatro partidos en el resto de la campaña. Y fueron seis. De no haber perdido el partido en la cancha, 2-0 ante Morelia, de seguro lo habrían perdido en la mesa, además de estar expensas de una fuerte multa.
"Estamos conscientes de esa equivocación. Desgraciadamente se nos fue ese pecadito, porque queremos que los jugadores (titulares) estén en perfectas condiciones para jugar contra Saprissa", reconoce Aarón Padilla, Presidente del Consejo Técnico de Pumas
No vimos a los verdaderos Pumas, en un juego que fue de Morelia en el primer tiempo (en el que cayeron los goles), parejo en el segundo y de escasas emociones en general. Pese a las ganas evidentes en los nuevos jugadores, tenía más sabor el grito de los vendedores ambulantes con sus ¡botanas! ¡charritos! ¡tortas! ¡raspados!
No vimos a los verdaderos Pumas, aquellos que tras ser bicampeones sumaban hasta ayer cuatro triunfos, dos empates y nueve derrotas. No vimos al uruguayo Diego Alonso, goleador del equipo con siete tantos, ni al brasileño Aílton, ni al boliviano Joaquín Botero, ni al capitán, el mexicano Joaquín Beltrán, ni al verdugo de la Tricolor Jaime Lozano.
A Hugo Sánchez sí lo vimos, pero a la distancia, dando indicaciones a la orilla del campo durante todo el juego. Una vez escuchado el pitazo final, desapareció, y vanas fueron las esperanzas de algunos periodistas de tenerlo en la conferencia de prensa. Hugo sigue en su silencio y los Pumas se quedaron en la guarida, pero a partir de hoy se meterán en la cueva de Saprissa.
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