Marcaje arbitral
Insípido
Ramón Luis MËNDEZ
Insípido fue el sabor que me dejó el primer juego de la final entre Pérez Zeledón y Alajuelense.
Es que no tuvo ningún grado de dificultad, el mayor problema hubiese sido si se juega en cancha de Pérez Zeledón, pero por factores económicos no fue así,
No existió esa rivalidad de una final, desde mi punto de vista un equipo superior como Liga Deportiva Alajuelense y un Pérez Zeledón conforme con ser el equipo finalista.
No con esto quiero desmeritar la labor de Walter Quesada y sus asistentes.
De hecho que el nombramiento fue bueno, Walter manejó muy bien el partido y contó con el beneplácito total de jugadores de ambos equipos.
No observamos a ninguno queriendo usar artimañas para tratar de engañar al árbitro, broncas, ni reclamos en demasía.
El mayor se dio cuando Froylán no consideró bien sancionada una falta y fue amonestado.
Claro, aún con un entorno como ese no puede catalogarse el arbitraje como excelente.
De errores arbitrales se dieron dos palpables, primero cuando perdonó a Froylán: estando amonestado, majó a un jugador de Pérez pudiendo evitar la acción.
Segundo cuando es botado dentro del área Jon Jairo Quiñónez por Harold Wallace y no pitó nada, dio tiro de esquina.
La posición de Walter en la acción de Ledezma y Wallace no era la mejo. Por eso fallo, aquí estriba la diferencia en estas finales donde participa un equipo no tradicional, nadie reclama ni dice nada.
De hecho los jugadores perjudicados alaban la labor del árbitro, lo anterior facilita el trabajo.
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