Entidades ofrecen créditos a tasas cómodas

Se cosechan éxitos a pesar de las limitaciones

Discapacitados se superan de la mano de microempresas

Hay personas a quienes la vida les ha sonreído poco o quizá diferente, pues les resulta difícil ejecutar hasta tareas simples.

Sin embargo, a punta de trabajo muchas personas con discapacidad alimentan su alma, se ganan la vida y muestran a la sociedad que si bien tienen limitaciones físicas lo que les faltan son oportunidades.

De la mano de un pequeño fondo crediticio del Consejo Nacional de Rehabilitación y de Educación Especial (CNREE) personas con discapacidad desarrollan proyectos que actualmente los tienen produciendo.

Jorge Arriola es uno de ellos. El padece de una enfermedad psicomotora. Tiene dificultades para hablar y caminar, pero él no se pierde un día de trabajo en una pequeña fábrica de fijador para cabello que atiende junto a su padre, en Desamparados.

La pequeña industria lo mantiene ocupado, lo convierte en una persona útil que contribuye a los gastos de toda la familia.

Flor Gamboa, del CNREE, afirma que ante la dificultad que ellos tienen para insertarse en el mercado laboral, la microempresa les da una buena oportunidad.

En una feria efectuada, el 29 de setiembre, en la Universidad Estatal a Distancia muchos de estos pequeños empresarios expusieron el fruto de sus productos.

A la cita también acudieron representantes de entidades crediticias quienes expusieron las posibilidades de financiamiento.

Miguel Campos, director de crédito para Microempresas del Banco Nacional, aseguró que esa entidad tiene ejemplos de proyectos exitosos que involucran a discapacitados.

Mediante un fideicomiso del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el banco respalda algunos préstamos y ofrece un interés más cómodo (18,25% mensual). Si el crédito no se respalda con el fideicomiso, el banco cobra el mismo interés que para el resto de las microempresas (21,21%). "A la hora de otorgar un crédito no nos fijamos en la condición de la persona, sino en la experiencia y la preparación que tenga para desarrollar el proyecto", explicó.

Para información sobre estos proyectos, llame al 237- 5523.

Jorge y su fábrica de gel

Jorge Arriola tiene 36 años. Desde su nacimiento lo ha acompañado una enfermedad psicomotora. Podría estar postrado en una cama esperando recibir la comida, pero se le presentó una oportunidad de trabajo y él no la despreció. Hoy pasa ocupado de 8 a.m. a 5 p.m., junto a su padre, en una fábrica de gel para fijar cabello. Es asombroso como conoce el teje y maneje de la pequeña industria de la que viven él y su familia.

Superación de la mano del óleo

Una herida de arma de fuego le robó la posibilidad de caminar por su cuenta, hace muchos años. Pero eso no le ha impedido a Fernando Esquivel, andar hacia el éxito con ayuda de una silla de ruedas y de la mano de un pincel. Sus pinturas en óleo emocionan. El sabe que tiene talento y no quiere desperdiciarlo. "Tengo un proyecto, con una socia, de poner un café-galería, aunque, a veces, las barreras son muy elevadas", dijo.

Endulzándole la vida a cientos

Hilda Quesada y José Luis Centeno tienen razones de sobra para vivir amargados. Pero, ellos escogieron la posibilidad de repartir dulzura con una fabriquita de chocolates. Ambos se ven saludables, pero la procesión va por dentro. El tiene esclerosis múltiple y ella una disagia motora inespecífica. Cada día sus cuerpos se debilitan y la enfermedad se fortalece. A pesar de los males, la fábrica de chocolates sigue adelante.