Médicos luchan para que no pierda la piernita

Niña indígena batalló 19 horas

Fue mordida por una terciopelo el lunes, pero hasta ayer no la sacaron de Talamanca

A partir de las 10:40 a.m. de ayer, y en manos del doctor Mauricio Saldarriaga, jefe del Servicio de Emergencias del Hospital México, la niña indígena Estenia García Báñez, de cinco años, comenzó a librar una segunda carrera contra el tiempo, en menos de 24 horas.

La pequeña acababa de ser rescatada de lo más profundo de Talamanca, donde, durante 19 horas, había tenido su primera gran lucha por la sobrevivencia.

Estenia había sido mordida, el lunes a la 1 p.m., por una terciopelo, cuando jugaba cerca de su casa, en Roca Quemada.

"La madre escuchó unos gritos. Salió del rancho, y lo que pudo observar era cómo la niña, aterrorizada, trataba de desprenderse del animal que aún permanecía agarrado a su pierna derecha, muy cerca de la rodilla", recordó ayer el paramédico Ricardo Hernández, de la Sección Aérea del Ministerio de Seguridad Pública, quien atendió el caso y habló con la madre de la menor.

El riesgo sigue

A partir de ayer, Estenia luchaba contra la posibilidad de que le amputaran su pierna, debido a las graves lesiones causadas por el veneno. La voz de alerta sobre la emergencia fue dada por la red de comunicación que tiene la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en la reserva indígena de Talamanca.

Solo por vía aérea se podía rescatar con vida a la niña, pues el pueblo más cercano para conseguir ayuda es Grano de Oro de Turrialba, situado a una distancia de unas 10 horas a pie.

Por ello, se solicitó colaboración a la Sección Aérea del Ministerio de Seguridad Pública, pero sus dos helicópteros se hallaban en mantenimiento.

En vista de la situación, el Grupo Pujol facilitó su helicóptero y la tripulación. El aparato, pilotado por el capitán Víctor Arias, a quien acompañaba el copiloto Edwin Araya, despegó de Pavas a las 8:50 a.m. Hernández viajaba como paramédico.

Luego de unos 40 minutos, aterrizaron en un pequeño potrero de Roca Quemada adonde habían trasladado a la niña.

Ahí, en menos de 10 minutos, a Estenia se le aplicó una vía para suministrarle medicamentos de "alta velocidad". Además, le inmovilizaron la zona afectada y le limpiaron la lesión para evitar mayores infecciones.

El asistente de Atención Primaria de la Caja, destacado en la zona, de quien no se pudo conseguir la identidad, también ayudó para salvar a la niña.