San Juan del Sur, Desamparados

Muere al cruzar río en carro

Cuerpo de la víctima apareció a 3 kilómetros de donde fue arrastrado por la corriente

Desamparados. - Charlie se fundió en un abrazo con sus compañeritos de escuela, que le manifestaban ayer apoyo por la muerte de su padre, Carlos Enrique Castro Cordero, de 49 años, en las aguas del río Conejo, en San Juan del Sur de Desamparados.

Castro fue arrastrado, anteayer, por la corriente cuando intentaba cruzar el río en su automóvil. Su cuerpo fue encontrado ayer, tres kilómetros río abajo.

El carro, un 4x4, marca Hyundai Galloper, fue empujado por la corriente hasta caer desde lo alto de una catarata.

"Todas las semanas iba a la parcela que tenía sembrada de café, y ayer (anteayer) no fue la excepción", comentó Miguel Castro, un sobrino de la víctima.

Castro, quien tenía un parqueo en el centro de San José, salió de su casa, en Santa Teresita de Aserrí, a las 3:30 p.m.

Tenía la costumbre de regresar puntualmente, a las 5 p.m., pero, como no lo hizo, sus familiares empezaron a preocuparse.

A las 8:30 p.m., llamaron a parientes de la esposa de la víctima, Sonia Navarro, quienes viven cerca del río.

"Salimos y, pocos minutos después, vimos el carro al pie de la catarata", dijo antenoche Ríchard Navarro, sobrino de la esposa, Sonia.

Ayer, un hombre que saca arena detrás de la bomba, en la comunidad de Río Conejo, en Corralillo, Cartago, encontró el cuerpo en la raíz de un bambú.

Castro era el menor de cinco hermanos, todos vecinos de Santa Teresita de Aserrí. "Somos una familia muy unida", comentó su sobrino Miguel Castro. "Era una persona muy amable, dedicada a su familia y al trabajo", dijo.

"No puedo hablar"

Sonia Navarro, esposa de Carlos Enrique, no quiso dar declaraciones. Dijo por medio de Miguel Castro, sobrino de su esposo, que lo ocurrido es un golpe muy duro para ella y toda la familia. "No puedo ni siquiera ver los albumes donde están las fotos de Carlos", le dijo al sobrino.

Carlos Enrique Castro era propietario de un parqueo en el centro de San José. En ese mismo negocio están algunos de sus hermanos, todos oriundos de Santa Teresita de Aserrí.

Ayer los vecinos, amigos y familiares fueron a su casa para acompañar a la viuda y sus hijos.