Tuetal Sur de Alajuela

"Queremos la verdad sobre la muerte de Robin"

Joven iba a laborar en seguridad

Alajuela. - Ricardo Vargas y Matilde Ibarra tienen muchas dudas y un dolor inmenso que les aprieta el corazón, quieren saber la verdad, por qué su hijo Robin, de 26 años, murió de un disparo, anteayer, en el polígono de tiro en el Estadio Nacional.

Sentados ayer en la sala de la casa, en Tuetal Sur de Alajuela, repasan todo lo que hizo Robin desde el momento que se levantó hasta cuando se fue.

"Robin estaba bien, feliz. Le dijo a la mamá que le hiciera desayuno y que le preparara unos sándwiches porque no sabía cuánto iba a durar. Además, tenía que ir al OIJ a recoger la hoja de delincuencia. Iba a estar en San José casi todo el día", comentó ayer Ricardo Vargas, padre de Robin.

La familia cree que hubo descuido y negligencia, por parte de las autoridades encargadas del polígono y también del Ministerio de Seguridad Pública, encargadas de realizar la prueba.

"Aparentemente el arma estaba en malas condiciones y el instructor no estaba con él en el momento de disparar", dijo Vargas.

La familia aseguró que van a esperar el informe de la Medicatura Forense para tomar acciones. "Queremos que se llegue a la verdad sobre la muerte de Robin", manifestó Vargas.

Robin, según los padres, era un buen muchacho. Guitarrista en un grupo de rock, sabía hablar inglés y tenía un mes haciendo las vueltas para entrar a trabajar a una empresa de seguridad donde se necesitaba personal bilingüe.

"Estaba ilusionado porque iba a ganar bien. Incluso ya había hecho el examen psicológico y lo había pasado", explicó el padre.

Para la oficina de prensa del OIJ el fallecimiento de Vargas, en estos momentos, se cataloga como una muerte en investigación.

William Hidalgo, director del departamento de Armas y Explosivos del Ministerio de Seguridad Pública, afirmó que a las personas que asistieron a ese curso se les dieron todas las medidas de seguridad y los instructores estaban en el sitio cuando pasó el lamentable suceso.

Juan José Castro, presidente de la Federación de Tiro, ente que administra el polígono, aseguró que el sitio cuenta con todas las normas de seguridad nacionales e internacionales, y todo el equipo se encuentra en excelente estado. "Lamentamos lo que pasó, pero aquí todo está en regla", dijo.