Entrevista: Luis Marín

"Duele por la familia"

Insultos, chistes ofensivos, gritos de los aficionados... Marín reconoce que después del Mundial no tienen igual tranquilidad

Desde la salida misma del aeropuerto, Luis Marín y compañeros se dieron cuenta del trago amargo que les esperaba. Hoy, casi un mes después del Mundial, reconoce que la vida privada les cambió. No pueden andar por la calle con la misma tranquilidad, según comenta. Temen que los familiares sufran malos ratos.

¿Cómo les ha afectado la reacción de la gente?

Es feo cuando uno regresa al país y se topa con eso. Cualquiera como aficionado puede estar disconforme, pero no es necesario llegar a esas cosas. Uno ya no puede salir tranquilo a comer o a pasear con la familia. No es una buena idea. Eso duele, no tanto por uno, que está acostumbrado, sino por la familia. Por eso últimamente he tratado de no estar en lugares públicos. Para evitar... Sé que con el correr del tiempo todo eso quedará de lado.

Cuentan otros jugadores que algunos aficionados hasta se detienen con el carro al lado y los insultan...

Sí, hay gente que tiene esa actitud. A mí me han gritado.

Entiendo que algunos jugadores hasta han cambiado el número de teléfono.

Yo no, pero sí sé de compañeros que lo han hecho. El fútbol no es para tanto, aunque se juegue bien o mal. A todos nos gusta ganar, pero si no se logra, no hay por qué echarle leña al fuego. En radio y televisión muchas veces no miden las cosas que están diciendo y eso se junta con la frustración de los aficionados. Nadie está diciendo que no critiquen, sino que lo hagan con respeto.

¿Usted seguirá en la Selección Nacional?

No es que haya tomado una decisión al respecto. Lo que he dicho es que si el próximo técnico cree que me necesita, yo voy a jugar. Yo no he perdido las ilusiones. El día que eso le pase a uno es mejor irse para la casa. En esto uno debe ponerse metas y luchar.

No es un secreto que han surgido muchos chistes alrededor de ustedes, sobre todo de Saborío y de usted. ¿Cómo los ha asimilado?

He estado muy desconectado de esas cosas. Desde que llegamos casi no veo periódicos, ni veo mucha televisión, pero sí me he dado cuenta de que han salido chistes. Muchas veces son simples ganas de hacer un chiste, pero entre chiste, chiste y chiste, cuando se dan cuenta ya le han hecho un daño a una persona.

¿Con qué motivación pueden encarar el próximo campeonato nacional?

Eso es un problema. Por lo general los inicios de campeonato son fríos y uno siente que esta vez la gente está aún más fría. A uno como jugador solo le queda entrar, tratar de que haya espectáculo. Con el paso del tiempo eso puede cambiar. Hay que poner los pies en la tierra y ver hacia adelante.

La profesión de futbolista les da a ustedes muchas cosas que no conseguirían en otra profesión, pero, ¿alguna vez, en momentos como éste, ha dudado si vale la pena?

Es cierto, esto nos da mucho. Y uno sabe que se tiene que limitar en algunas cosas. Hay que sacrificarse, vivir esas cosas, que lo reciban así en el aeropuerto. A veces uno se pone a pensar si valdrá la pena, pero creo que al final de cuentas siempre gana el fútbol.

Fanatismo Críticas. "Uno acepta las críticas, pero con respeto y educación. Nadie tiene por qué llegar al insulto". Lo peor. "Para mí lo más feo fue la llegada al país después del Mundial. No me esperaba que la gente estuviera tan agresiva". Se pasaron. "El fútbol no da para tanto. Es muy desagradable lo que pasó con Guimaraes, que lo hayan llamado a amenazarlo". Contra él. "La gente la agarró con Saborío a carga cerrada. No miden que alguna que otra broma puede afectar a la persona". Apatía. "Uno tiene que tratar de motivarse para el campeonato nacional y tratar de motivar a la gente que está fría".