Un capo distinto a Armstrong

Landis es el jefe de la calle

Su enfermedad permanente en la cadera no le impide ser el líder del Tour de Francia

París / DPA y AFP. Cuando sólo faltan unos días para entrar en la última semana del Tour de Francia, la imagen de un estadounidense delgaducho como favorito de la cita gala parece familiar.

Floyd Landis recuperó el maillot amarillo de líder del Tour, que le había arrebatado el español Óscar Pereiro, en el Alpe d´Huez al término de la etapa 15.

Pereiro, líder de la general en la salida de los 187 kilómetros en Gap, luchó para no perder el maillot amarillo en la última subida, pero finalmente cedió su privilegio a Landis por diez segundos.

De nuevo un estadounidense es el líder. Sin embargo, este año, el favorito sonríe, no frunce el ceño, lleva una barba de dos días y vive en California, no en Texas. Su nombre es Floyd, no Lance.

Nadie confundiría jamás a Floyd Landis con su exjefe, el siete veces campeón del Tour de France, Lance Armstrong, quien es calificado como arrogante y distante, lo que le valió el apodo por parte de los periodistas franceses de "el jefe".

Antes de pasarse al equipo suizo Phonak, Landis fue durante tres años gregario del polémico Lance Armstrong.

Y algo tiene realmente en común con su antiguo jefe: una dolencia física, que hace que su participación en un deporte de alto rendimiento sea casi un milagro.

Mientras la historia de Landis no es tan dramática como la recuperación de Armstrong de un cáncer, los médicos han expresado su asombro de que pueda montar una bicicleta con una enfermedad de cadera degenerativa, que le causa un dolor casi constante, como consecuencia de un accidente de bicicleta en el 2003.