Tres crímenes de mujeres estremecieron al país

A ellas las mataron y aún no han resuelto sus casos

Pruebas atrasan esclarecimiento de dos, y en el otro no aparece bebé de la víctima

San José. - Josebeth Retana no celebró hoy su cumpleaños, Rosibel Sánchez no pudo graduarse como maestra y Cinthya Berrios no vio a su hija crecer.

Sus vidas fueron terminadas brutalmente y aún no han resuelto sus casos, ya que en algunos homicidios solo hay sospechosos detenidos, y, en otros, ni siquiera se conoce quién o quiénes son los presuntos asesinos. (Ver recuadro: ¿Cómo van?)

Las muertes de Retana y Sánchez llevan ya casi un año sin esclarecerse, y el de Berrios cumple hoy cuatro meses sin que la justicia haya podido identificar a los culpables.

El OIJ realiza las investigaciones de los casos y, en algunos de ellos, todavía está a la espera de las pruebas y exámenes de la Medicatura Forense.

Esto hace que todavía no existan pruebas suficientes para detener a los sospechosos y juzgarlos en un Tribunal Penal, según confirmaron fuentes judiciales.

Las familias de las víctimas piden justicia para terminar con la angustia de no saber la identidad de los homicidas.

Dos de ellas lamentan que no haya imputados, y la otra se queja de que no han juzgado aún a los detenidos.

El asesinato más reciente de una mujer, que también ha conmocionado al país, es el de Maureen Hidalgo, cuyo cuerpo apareció el domingo pasado en avanzado estado de descomposición.

Josebeth cumpliría hoy nueve años

Hoy, Josebeth Retana estaría cumpliendo nueve años rodeada de su familia, bombas, compañeros y regalos.

El 5 de setiembre del año pasado la niña desapareció. Su cuerpo fue encontrado seis días después dentro de un saco, sumergido, en la quebrada Las Lajas, en Ticari de Puerto Viejo.

"Le he pedido mucho a Dios que me de la fortaleza que necesito para salir adelante, para luchar, para que ésto no se quede así", dijo Maribel Retana, madre de Josebeth, el jueves pasado en su casa en Ticari.

En la pequeña vivienda de madera sentada en un sillón, Retana narró el dolor que vive todos los días. "No puedo dejar de pensar en ella. Todos los días la recuerdo. Algunas veces no quiero levantarme, quiero dormir y nunca despertar", comentó en medio de lágrimas.

Al frente de nosotros, jugaban Lidiette, de 5 años, y Jordan, de 11 meses, hijos de Retana. "Cuando los veo, recuerdo cómo Josebeth jugaba con Lidiette. Ella era muy cariñosa, estaba muy feliz con su hermanita", afirmó.

En ese momento, Lidiette se acercó a nosotros y dijo: "Quería mucho a mi hermanita. Jugaba mucho conmigo de casita. Ya no la puedo ver, pero ahora ella ya es un angelito para Dios, que está en el cielo".

La víctima Josebeth Retana Edad: 8 años

"Lo de Rosibel no se puede quedar así"

Una noche, Ana Ulloa, madre de Rosibel Sánchez, de 15 años, se soñó con su hija: "La vi en el cielo, me dijo que estaba bien, pero cuando le pregunté quién había sido el responsable de su muerte, no me respondió", comentó Ulloa el jueves pasado en su casa.

Rosibel desapareció de su vivienda el 18 de agosto del 2005, cuando regresaba a su casa del centro educativo Braulio Carrillo. Cuatro días después, apareció sin vida, al parecer asfixiada, en un charral de la vieja calle La Chinchilla, carretera a Cot.

"Me dijeron que martes sale un examen que es muy importante, y que señalaría a uno de los responsables", comentó Ulloa.

La madre de Rosibel comentó que todos los días piensa en su hija y algunas veces casi no puede dormir. "El Señor es el que hace justicia, es el juez de nosotros. Yo todo lo pongo en las manos de Dios", manifestó Ulloa.

Ella recuerda como si fuera ayer el último día que la vio con vida. "La levanté y calenté agua para que se bañara. Me dijo que ella venía temprano para ayudarme a limpiar la casa. Jamás me imaginé que le iba a pasar eso", explicó la madre de Rosibel.

La joven tenía muchas ilusiones. Soñaba con ser maestra. "Es un dolor con el que tengo que vivir todos los días, queremos justicia", dijo Ulloa.

La víctima Rosibel Sánchez Edad: 15 años

"Mi nieto está con mi hija en el cielo"

Priscilla, de 3 años, se reía y jugaba con alguien. Su abuela, Élida Berrios, le preguntó que con quién jugaba: "Con mamá", respondió la niña. "Me dijo que ella está con mi hermanito en el cielo", afirmó la menor en medio de la sorpresa de sus familiares.

Cinthya Berrios Alvarado, de 22 años, fue reportada como desaparecida el 23 de marzo pasado y fue encontrada el jueves 13 de abril, en una poza en el río Segundo, en San Rafael de Heredia. Ella estaba embarazada y los responsables del asesinato le sacaron a su bebé del vientre.

"Nada de lo que hagamos nos la va a devolver. De parte mía, nada más pedirle fuerzas a Dios para tratar de borrarme toda esta pesadilla. A diario me cuesta creer que ya no está", dijo Berrios el viernes pasado, al frente de su casa.

Por este homicidio, hay tres hombres detenidos y una mujer que esta libre, pero con medidas cautelares.

La madre comentó que cada vez que mira noticias de mujeres desaparecidas, se imagina que van a correr la misma suerte de su hija. "No veo noticias, no leo periódicos. Esto ha afectado a toda la familia", manifestó Berrios.

Priscilla, hija de Cinthya, vive con ella. "La pequeña me ha ayudado a superar, poco a poco, el dolor que llevo dentro, a soportar la ausencia de mi hija. La verdad es que espero que se haga justicia", indicó.

La víctima Cinthya Berrios Edad: 22 años