Zidane se unió a la "lista negra"

Mañosos, salvajes, violentos

Muchos han sido los pasajes imborrables por sus escándalos y consecuencias

Lo de Zinedine Zidane en la final del Mundial fue un escándalo más en la historia del fútbol.

Su cabezazo al italiano Marco Materazzi no se convirtió en un hecho aislado ni algo que pasará a la historia como una actitud única y exclusiva en el deporte de más seguidores en el planeta.

A lo largo de los años muchos han sido los futbolistas que se han encargado de empañar esta actividad hecha para divertir y agradar, pero que en reiteradas ocasiones también ha servido para sembrar miles de comentarios de desaprobación.

O acaso no recuerdan el beso apasionado, en la trompita, que se dieron los argentinos Diego Armando Maradona y Claudio Caniggia en una tarde, cuando su equipo Boca Juniors derrotó 4-1 a River Plate.

La fotografía le dio la vuelta al mundo y todavía hoy es una instantánea que sigue generando comentarios. Claro, la mayoría son de desaprobación.

En los mundiales y en las ligas más famosas nunca han faltado este tipo de incidentes; que van desde jugadas salvajes, hasta agarronazos de testículos.

Los dos más famosos tuvieron escena en Europa. El primero en 1987 cuando el defensa Vinnie Jones apretó fuerte a Paul Gascoigne, quien para entonces jugaba con el Newcastle. Este hecho causó un revuelo enorme.

El otro sucedió en la Liga española, cuando el madridista Michel sujetó de las partes nobles al colombiano Carlos Valderrama, quien actuaba para el Valladolid.

"Michel lo que quería era provocarme y lo logró. Ahora no recuerdo qué fue lo que le dije, pero el agarrón es considerado en mi país una falta de respeto", recordó Carlos Valderrama.

Rudos y salvajes

Pero ahí no acaban los escándalos en la cancha. En una de las semifinales del Mundial de España 82, el portero alemán Harold Schumacher cometió al francés, Patrick Battiston una de las faltas más arteras que se recuerdan en el balompié.

Cuando Battiston iba con balón dominado rumbo al gol, Schumacher salió salvajemente a golpearlo con su parte trasera en acrobacia voladora. El francés perdió el conocimiento y estuvo delicado en el hospital.

Pero lo peor de todo fue que el árbitro no sancionó falta a favor de los franceses, quienes quedaron atónitos.

Otro pasaje recordado lo vivieron, en España, los jugadores Diego Simeone y Julen Guerrero, a quien le clavaron un taquillo en su muslo. La fotografía de la acción lo decía todo, un hueco en la piel del lesionado.

Ni que decir del incidente, en Estados Unidos 94, entre el italiano Tassotti y el español Luis Enrique, víctima de un codazo descarado en el área.

Sin embargo, el árbitro húngaro Sandor Puhl señaló saque de banda a favor de Italia. Días más tarde, la FIFA sancionó a Tassotti con ocho partidos por agresión.

Pasajes imborrables, pero no aislados. Zidane no está solo.

Para muestra... Durante muchos meses se habló de la agresión del alemán Schumacher sobre el francés Battiston. Archivo El italiano Tassotti le partió la nariz al español Luis Enrique durante el Mundial de Estados Unidos 94. Archivo Este besote entre Caniggia y Maradona encendió la polémica en todo el mundo. Jugaban para Boca. Archivo Michel no se anduvo por las ramas para darle "caza" a un Valderrama que quedó atónito. Archivo En México 86 la "mano de Dios" de Maradona se convirtió en una de las acciones más polémicas de la historia. Archivo El cabezazo del francés Zidane a Materazzi es solo un capítulo más de la historia negra del fútbol. AFP

Carnicero de corte inglés

El defensa inglés Vinnie Jones es recordado por su "delicadeza" para tratar a los adversarios. Lo hacía a las patadas y trompadas.

Ha sido uno de los jugadores de fútbol más agresivos que se recuerdan. Era capaz de darse de golpes con periodistas y aficionados. Lo hacía de forma natural.

En la cancha también manifestaba su furia descontrolada. Su incidente más recordado fue cuando sujetó, fuertemente, los testículos de Paul Gascoigne, en el lejano 1987.

Era impulsivo, peligroso y algunos sectores de prensa y afición lo llamaban el "carnicero".

Jones empezó su carrera en el WealdStone FC. De ahí pasó al Wimbledon FC en 1986 y después jugó para el Leeds United, Sheffield United y el Chelsea, cuando éste último club no era tan famoso ni millonario.

En su trayectoria fue expulsado 12 veces y una vez se ganó una amarilla a los tres segundos de iniciado el partido. Esto se convirtió en un récord que aún prevalece en el deporte rey.

En su expediente también está un folio imborrable: en un "tackle" acabó con la carrera de su colega Gary Stevens.

Tenía cara de malo. Era un hombre de sangre fría. Cuando iba por el balón se llevaba lo que tenía al frente y no le importaba la integridad física de nadie. Será recordado por su furia.