Pareja

Mi amor, al fin solos...

La pareja puede revivir el romance cuando los hijos se van de la casa

Dicen que los esposos nunca deben dejar de ser novios, pero es probable que el romance se pierda entre la crianza de los hijos, el trabajo y otras ocupaciones.

No obstante, muchas parejas han encontrado el momento ideal para recuperarlo: después de los 50 años, cuando los hijos se han casado.

¡Se imagina todas las cosas que podrían hacer ahora que se quedan por fin solitos en la casa! Ir a bailar, aprender a pintar, viajar o simplemente descansar.

"Pregúntense qué cosas quisieron hacer y no podían por estar dedicados a la tarea de educar hijos: este es el momento", aconseja la psicóloga Kathie López.

Para el experto Dagoberto Solano, del Instituto de Masculinidad, se debe recuperar el espacio de la casa para la pareja.

En ese momento, hasta la sexualidad podría disfrutarse más. "Ahora que no deben preocuparse por lo que vean los hijos, el panorama se amplía", dice Solano.

Para la consejera de Enfoque a la familia, Katherine Hogg, es muy importante recordar que no es obligatorio hacer todo juntos, no se trata de ahogarse.

"Hablen mucho, esa es la principal parte del proceso de 'noviar', junto a los abrazos, besos y el respeto a las diferencias", subraya.

Abuelitos y compañeros

La empresaria de modas, Amanda Moncada, asegura que la receta de su matrimonio con Enrique Velázquez es buscar espacios y compartir.

"Hace un par de semanas celebramos 37 años de casados. Cuando estábamos jovencitos construimos un buen proyecto de vida juntos y mi consejo es que la mejor forma de enfrentar el día a día es con una buena pareja, es decir, un gran compañero", explica Moncada.

Sus actividades favoritas son salir a comer, viajar, ir al cine y chinear a su nieto.

"Además, ahora trabajamos juntos. Él se encarga de las tareas administrativas del negocio y yo de la parte más creativa", añade.

¡Viven en un puro baile!

Martha Badilla y Claudio Calderón cumplirán 43 años de casados en diciembre. "La pasamos muy bien juntos, él es un hombre muy divertido", asegura Martha.

Cuando su única hija se casó, se fue a vivir a Orotina y a ellos les quedó un montón de tiempo libre, el cual disfrutan a lo grande.

Todas las semanas reciben clases de cocina y de baile impartidos por la Asociación Gerontológica Costarricense (AGECO). "Por la edad, yo prefiero no menearme mucho, entonces dejo que él baile con mis compañeras, ¡pero los boleros son míos!", asegura doña Martha. Ambos asisten a otras actividades por separado.

Calle arriba y calle abajo juntos

"Nuestra excelente relación se debe a los antecedentes, porque siempre hacemos lo posible por llevarnos muy bien", asegura José Andrés Masís, quien el 20 de mayo cumplió 45 años de casado con Marina Muñoz.

Cuando los cuatro hijos se fueron, la casa les quedó grande, la vendieron y se fueron a vivir en una más pequeña; ese fue su primer proyecto.

"Yo no me imagino haciendo mis cosas sin ella, nos encanta salir juntos, compartir, bailar, vamos a clases de gimnasia en AGECO, en fin, vamos juntos a todo", relata José Andrés quien, junto a su esposa, participa también en las actividades de la parroquia.