Desde mi espejo

Día del Encuentro de las Culturas

Años atrás, el 12 de octubre era el “Día de la Raza” (no de “las razas”). Ahora es el “Día del Encuentro de las Culturas”. ¿Encuentro? Es el aniversario de la llegada de un aventurero a un continente maravilloso donde sus pobladores vivían en libertad y en armonía con la naturaleza.

Cuando éramos niños, creíamos que el 12 de octubre honraba a los habitantes de toda América, de polo a polo. Pero se nos dijo que, en esa fecha, el “Gran Almirante” (aunque los chinos estuvieron en América 70 años antes) había llegado a las costas atlánticas de nuestro continente, y puesto la pica y la bandera en la isla de Guanahaní.

Nos dijeron que Colón representaba al hombre civilizado, que se encontró con pueblos que vivían “en el atraso y la ignorancia”, y que la Conquista “trajo consigo el pluralismo político, la libertad y la protección para los indígenas”.

Pero nadie nos dijo que en esas mismas naves llegaron enfermedades mortales, la Santa Inquisición, el crimen, el terror y el saqueo de tesoros invalorables, y que la fe cristiana fue impuesta a sangre y fuego.

No nos hablaron de las depredaciones y del arrasador genocidio, ni de la marginación social y racial de indígenas y negros.

Por eso, yo no creo en el “Día del Encuentro de las Culturas”, y porque también en Costa Rica formamos parte de esa pirámide, donde lo oscuro está en la base y lo claro en la cúspide.