Sueña ver a su hija en Navidad

Hace 11 años que Xinia Méndez anda en las calles y desde hace ocho no tiene noticias de su hija Josette.

Hoy, tras dos meses y tres semanas de no probar una sola droga, únicamente piensa en una cosa, ver a su hija en Navidad.

“Yo me inicié en las drogas, porque todo el ambiente que me rodeaba era así, mi casa parecía un búnker, ahí llegaban muchas personas a fumar. Al principio yo solo tomaba licor, pero de un momento a otro, empecé a inhalar cocaína y después marihuana y piedra”.

Xinia indica que no ha parado de pedirle a Dios fuerza de voluntad para salir adelante, en la prueba tan difícil que le puso la vida.

“Decidí venir acá, porque quiero ver a mi hija, ya tengo ocho años de no estar con ella y quisiera saber cómo está.

“También quiero borrar las lágrimas del rostro de mi madre, porque yo la hice sufrir mucho, al igual que mi hermano, que también es adicto”.

Josette tiene 15 años en estos momentos, y aunque Xinia reconoce que no ha sido una buena madre, asegura que nunca dejó de pensar en ella y en su bienestar.