PANI le quitó los niños y ella los quiere de vuelta
Nairobi Ramírez tiene 25 años y, pese a su juventud, ha sido madre en cuatro ocasiones, estuvo a punto de ahorcarse y sabe lo que es buscar comida en la basura.
Las drogas la llevaron a la calle, pero el amor por sus hijos la devolvió por la senda correcta.
Jefferson (10), Jeylan (8), Jarot (5) y Jaren (2) son el empujón que necesita, para salir del fatal abismo de la drogadicción, tal y como ella lo llama desde hace tiempo.
“Tengo año y siete meses de no ver a los niños más pequeños, porque el PANI me los quitó y nadie de mi familia sabe dónde están. Yo estoy desesperada, pensando que sufren necesidades o algo así por el estilo. Los dos mayores están con el papá y por eso sé que están bien”.
Ramírez dice que todas las noches le pide a Dios que le permita salir adelante, dejar la adicción y cumplir la labor de madre que Dios le encomendó aquí en la Tierra.
“No tengo otro anhelo que ese, quiero ser la madre que nunca han tenido”.
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“Dios me salvó de muchas cosas, para que yo le cuide esos cuatro angelitos acá”. Rafael Pacheco
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