“Todo fue muy rápido”
Cuando el mecánico Alfonoso Marín se detuvo para llenar el tanque en la Shell de Escazú, jamás imaginó que tendría un encuentro cara a cara con la muerte.
“Yo vi cuando la máquina empezó a lanzar chorros de combustible, incluso, cerré la ventana del carro para que no lo pringara”, recordó.
Marín se bajó un momento del vehículo, y fue cuestión de segundos para que sintiera la primera llamarada en los brazos.
“Todo fue muy rápido. Oí la explosión y de pronto me ardía el cuerpo. Salí corriendo hasta que un amigo me detuvo, como a 100 metros”, comentó en la salida del hospital San Juan de Dios, donde lo atendieron.
“Estoy vivo para contarla, porque mi carro se quemó por completo. Me duele muchísimo lo que le pasó a los chiquitos y a la señora”, dijo.
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Marín sufrió quemaduras en los brazos. Alejandro Arley.
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