Puede permanecer sumergido en el agua durante un minuto y medio

Ha rescatado 53 cuerpos en los ríos de San Carlos

Carlos Ramírez Chaves, de 61 años, dice que su habilidad está al servicio de la gente

Boca de Arenal. - Carlos Ramírez Chaves, de 61 años, ha rescatado 53 cuerpos en los ríos de San Carlos y, según dice, ha puesto esa habilidad al servicio de la gente.

“Cuando encuentro un cuerpo, me da mucha alegría porque sé que va a terminar la angustia para la familia”.

Conocido como “Tobobo” y oriundo de Ciudad Quesada, Ramírez vive en Boca de Arenal.

Aprendió a nadar cuando tenía 6 años y, a los 13, halló el primer cuerpo, que era de un niño, en el río San Carlos.

“Allí descubrí mi habilidad de aguantar mucho debajo del agua y puse mi don al servicio de la gente”, comenta.

Según afirma, puede permanecer sumergido durante un minuto y medio.

Con el paso de los años, se ganó la fama y lo llaman de diferentes sitios cuando hay una persona ahogada que no aparece, “pero, si yo me doy cuenta, me ofrezco a buscarla”.

Muchos amigos

La habilidad de Ramírez le ha deparado muchos amigos, pero también algunos problemas, pues perdió dos trabajos.

“Como duro varios días buscando cuerpos en el río, cuando regresaba al trabajo, me decían que estaba despedido”.

Ramírez participó en la búsqueda de Brayan Vargas, de 15 años, quien se ahogó en las aguas del río San Carlos a principios de marzo, tras caer al cauce por la rotura de un puente de hamaca.

En el caso de Brayan, el patrón le dio el tiempo que necesitara. Ramírez buscó el cuerpo durante 17 días y, al no dar con él, lloró tanto como la familia de la víctima. “Es la búsqueda en la que más tiempo he durado, pero no pude localizarlo”.

Ramírez asegura que nunca ha cobrado un cinco ni ha permitido que le paguen nada.

Añada que una vez estuvo a punto de ahogarse, pues no midió la profundidad a la que se encontraba, y le costó mucho salir. “Las creencias que tiene la gente cuando tira una almohada al río, funcionan, pero hay que tener mucha fe”, comenta.

Solo hay cuatro ahogados que no ha podido encontrar, y el caso de Brayan fue el más difícil.

Ramírez tiene muy presentes todos los rescates que ha realizado, y, a veces, ha hallado más de un cuerpo en un mismo día.

De su labor han sido testigos los ríos Arenal, Peñas Blancas, San Carlos, Rojo y Sarapiquí.

“Esto lo haré hasta cuando me muera, porque es un don que me dio Dios”, agrega Ramírez.

“Vivimos muy agradecidos con Tobobo” Yeimy Vargas, hermana de Reina Édgar Chinchilla El 22 de noviembre de 1999, la tragedia tocó la puerta de la familia Vargas Poveda. Ese día, la pequeña Reina Isabel, de 12 años, murió ahogada en las aguas del río San Carlos, mientras departía con su hermana Yeimy y una prima. “Ese día, como se fue el agua, nos fuimos a bañar al río varias veces. Esa era la tercera vez que íbamos”, comentó Yeimy, quien ahora tiene 22 años. Reina se agarró de una rama, pero ésta se quebró y ella fue a dar al río. Carlos Ramírez se ofreció a buscarla y la encontró en el quinto día, a las 4 p.m. Ella estaba seis kilómetros, río abajo, del punto donde cayó a las aguas del San Carlos. “Vivimos muy agradecidos con Tobobo porque él nos trajo la paz y el alivio. Mi familia pensó que nunca la rescatarían”, comentó Yeimy.