Buena noticia
El baile tocó las fibras más sensibles del costarricense
El lanzamiento del programa “Bailando por un Sueño”, el sábado pasado por Canal 7, puso en evidencia las necesidades que enfrentan muchas personas y tocó las fibras más sensibles del costarricense.
En el espacio, 10 parejas de baile (formadas por un soñador y una persona conocida), buscan ganar para poder cumplir el sueño de la persona por la cual bailan.
Muchos opinan que todos los sueños deberían realizarse, pero lo cierto del caso es que solo uno se cumplirá.
Entre los sueños más destacados está el de conseguir una casa para una familia pobre con seis niños (uno de ellos padece el síndrome de Down y otros males).
También bailan por la creación de un centro de cuidados paliativos en Alajuela, mejorar las instalaciones para varios niños especiales de la escuela de Los Guido y ayudar a Hogares Crea de Limón, que necesita camas, alimentos y medicinas.
Guanacaste sueña tener un centro de terapia multisensorial en Liberia.
Hay casos más específicos como ayudar a Emily Tatiana, niña de seis años que tiene problemas genéticos y Stefanía, de tan solo nueve años que necesita con urgencia una prótesis para su pierna amputada.
Otro sueño es ayudar a Emmanuel, un niño autista con problemas de visión quien requiere terapia con delfines en México, y el caso de Kissel, quien necesita una reconstrucción de la boca, pues la niña tiene una malformación desde su nacimiento.
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