Esas incómodas preguntas

Háblele claro a los niños, para que vean la sexualidad sin complejos

La sexualidad se enseña desde que el niño (a) está en el útero de su madre y ojalá que desde antes los padres conversen sobre este tema.

Pero, ¿por qué se dice que desde el útero de su madre? Por que lo que se le va a enseñar a ese niño tiene que ver con lo que su padre y su madre “aprendieron” sobre sexualidad, hasta que llegara ese bebé a este mundo.

Tarea difícil y no menos complicada, porque es lo que el adulto (a) aprendió hasta que el niño (a) estuviera en el útero.

Todos sabemos que esta cargado y teñido de prejuicios, mitos y tabúes entre otros.

Todas las distorsiones que traemos sobre la sexualidad y las creencias que no son realidad, es la herencia en la sexualidad que le transmitiremos a nuestros niños (as). Visto así el panorama, pues nada alentador está. Sin embargo, los estudiosos en el tema han llegado a algunas conclusiones y pedagógicamente con la mente más humana y abierta nos han heredado su sabiduría, sobre cómo hablar con los niños (as) acerca de la sexualidad.

Aclaremos algo, antes que el niño cumpla los dos años se va dando cuenta que papá y mamá son diferentes, más si tiene la oportunidad (cosa que se recomienda hasta esa edad) de bañarse con sus padres o de tener la posibilidad de verlos desnudos. Ya por ahí empieza la curiosidad e interés, cuidado sino antes.

Pero a esas edades al niño (a) no le interesa mucho la sexualidad, por ahí si va a llegar un hermanito (a) nuevo a casa, entonces puede ser que se interese en cómo llegó a la barriga de la mamá.

Pero no es sino hasta los cuatro años que los investigadores recomiendan hablar con los niños a modo de cuento, o sea, que puede hacerse en la noche antes de dormirse.

Ahí ya sí se pone difícil la cosa para los adultos (as), ahí cargamos sobre nuestros hombros toda la enseñanza anterior de la que hemos hablado hoy.

Hasta ese momento al niño (a) solo le interesa saber cómo llegan los niños (as) a la panza de la mamá, nada más, solo eso le interesa. En ese momento podemos decir que ellos se han dado cuenta que los hombres y las mujeres somos diferentes, y que papá tiene pene y testículos y que mamá tiene lo que se reconoce como vulva, no digamos nunca “vagina”, ya que es parte de la vulva, y que los varones tienen en los testículos los espermatozoides que serán junto con lo que mamá tiene, que se llama óvulos, lo que hará que se “aparezca” una nueva vida, o sea un (a) bebé en el útero de la madre.

¿Cómo? ¡Esa parte a los niños de 4 años no les interesa!

Es a partir de los 6 a 8 años que a los niños (as) les interesa que les respondan cómo es que llegan los espermatozoides al cuerpo de la mamá.

Y para ese entonces tendrá más capacidad, habrá estado ya preparado con lo que antes le dijimos para entender el tema.

Así que no nos hagamos más complicaciones ni “bolas” como se dice en Costa Rica, ni nos enredemos más, así de simple es el asunto.

Tratemos que la conversación o este cuento sea en un ambiente cálido, lleno de armonía y humanidad, para que el niño (a) ni quede confundido y tanto papá como mamá e hijo (a), queden contentos y conformes con una información tan humana. Se sabe que este tema es vergonzoso y poco cómodo para hablarlo con nuestros hijos, pero es nuestro deber educarlos para la vida y para la sexualidad humana. Es nuestra obligación ser los constructores del futuro de nuestros hijos y si no tenemos información buscar la ayuda en los especialistas.