Así es la vida

Para mis colegas de 30

El otro día, revisando el currículum de una actriz, me llamó la atención su fecha de nacimiento: 1988. Inmediatamente pensé: “esta muchacha no vio el mundial México 86”. Acto seguido, me sentí más viejo que Matusalén y casi entré en depresión.

Pero, pasado ese momento y después de repetirme varias veces: “vos no estás viejo, sos un chiquillo… vos no estás viejo, sos un chiquillo”; comencé a hacer un recuento de las cosas que probablemente esa persona no había vivido. Así que si usted es más o menos contemporáneo mío probablemente va a disfrutar de este viaje al recuerdo.

De entrada, quien nació en 1988 e, incluso, quienes nacieron unos añitos antes, no vieron a Maradona bailándose a todo el equipo inglés.

Si de televisión se trata, quienes nacieron por esos años no saben qué significa “¡Quiero mi cocol!”. Ni saben de dónde viene la frase “¿De qué hablas, Willys?”. Ni mucho menos saben qué significa “¡El cortito, el cortito!”, de Martín Karadagián. Es más, ni siquiera les tocó tener que esperar todos los días, de 1 a 2 de la tarde para que Teletica reestableciera su señal. (¿Se acuerdan que salía del aire y regresaba a las 2 con “El Pájaro Loco”?). No les tocó ver aquel de: “¿Pero qué más querés? Para ser feliz un pantalón del Palacio del Pantalón”.

En fin, la lista es larga, los dejo por ahora con sus propios recuerdos y seguimos hablando la próxima semana.