Las aguas de la Península de Osa, sitio de apareamiento y cría de ballenatos

Ballenas son las reinas de bahía Drake

El espectáculo que brindan estos enormes animales atrae a cientos de turistas de todo el mundo/ La fundación Vida Marina lucha por protegerlas

Península de Osa - Un chorro de agua salido desde las profundidades nos alerta. Escucho el motor del bote apagarse y solo las olas conversan.

Son las 2:44 p.m. del 15 de agosto y, de pronto, una ballena jorobada de unos 14 metros de largo sale del agua para recibir los aplausos y gritos eufóricos de todos.

Cuando desean mostrarse, lucirse y dar alegría a los turistas parecen un edificio flotante.

Les juro que conté los días para volver. En mayo, fueron los impresionantes saltos de los delfines los que me hicieron ir por primera vez a Drake. Pero esta semana, era el turno de ver a las reinas de la bahía, a las señoras más grandes del océano.

Mis ojos no pueden creerlo, mi corazón se acelera y las cosquillas en el estómago hacen fiesta conmigo.

Entre julio y noviembre de cada año, un numeroso grupo de ballenas jorobadas llega a la Península de Osa para tener a sus crías y aparearse.

A solo cuatro millas de la Isla del Caño, Roy Sancho, uno de los biólogos de la fundación Vida Marina, nos revela que estas ballenas se reproducen en zonas tropicales. “La zona de la bahía Drake, por sus características oceanográficas y geográficas, es un lugar propicio para que vengan a aparearse. La temperatura del agua es más cálida en comparación con el sitio de donde provienen”, dice en el vaivén del bote.

“Las que vemos son del hemisferio sur. Hacen un enorme recorrido que puede ser desde la Antártica hasta esta zona”, agrega.

Luego de dos saltos espectaculares, Roy nos explica que las ballenas jorobadas son las más acrobáticas del mundo, porque son capaces de sacar todo su cuerpo del agua. Cuando compiten por una hembra, los machos suelen hacerlo para demostrar cuál es el más dominante.

Susto, otro viaje y colas

La noche del 15 de agosto en bahía Drake no puede pintar mejor, hasta que gracias a que el celular entra, de milagro, nos enteramos de la alerta por un tsunami.

Ubicados justo en el Pacífico, quedamos con los pelos de punta. Por fortuna el asunto no pasa a más y podemos salir el 16 a buscar ballenas.

El sol ilumina y calienta como nunca. Aunque tenemos el recuerdo de la enorme jorobada emergiendo como la soberana del mar, nos falta ver la cola de alguno de estos sorprendentes animales.

“La paciencia es una virtud”, pienso mientras veo una ballena mostrando la cola. Ella posa para el lente de Alexánder... ella sabe que es la reina de Drake.

Camaroneros son una amenaza La Fundación Vida Marina se creó en el 2004. Alexánder Otárola La fundación Vida Marina intensifica sus esfuerzos para que se establezca un área protegida en bahía Drake y evitar así que los seres humanos dañen a las ballenas, delfines y tortugas que viven allí o llegan en distintas épocas del año. “En 10 años, hemos visto bebés (crías de ballenas), enredados en las líneas de pesca. También afectan a delfines y tortugas lora”, comentó Sierra Goodman, fundadora de la organización. Según Sierra, los barcos camaroneros son una amenaza porque se llevan consigo a muchas especies. La estadounidense dijo que tienen reuniones constantes con el Ministerio del Ambiente con el fin de cumplir con la meta que se propusieron. La Fundación también funciona como centro de investigaciones y para obtener recursos hacen tours para ver a los delfines y ballenas. “Con el tour nuestro, la gente está ayudando de forma directa a proteger a estos animales”, añadió Goodman. El recorrido que dura todo el día tiene un costo de ¢26 mil ($50) por persona para costarricenses y ¢49.500 para los extranjeros ($95). El precio del tour de medio día es de ¢20.800 ($40) para los nacionales y ¢33.800 ($65) los foráneos. Si desea más información puede visitar www.vidamarina.org o llamar al 847-3131.

¡Increíbles! Cuando emiten sonidos bajo el agua para atraer a una hembra, los machos pueden pasar hasta 30 minutos sin salir a respirar a la superficie. Las ballenas jorobadas tienen solo una cría por parto y su período de gestación es un año. Los ballenatos toman leche materna. La cola de las ballenas es como una huella digital, puesto que ninguna es igual a otra. Los científicos usan fotografías para reconocerlas. Cuando las madres están con sus crías, las alimentan y juegan con ellas. El ballenato mide entre cuatro y cinco metros, y le gusta jugar.