DESDE MI ESPEJO
Los buenos propósitos Haydée de lev
actriz
Está comenzando un nuevo año, y supongo que tanto usted como yo hemos hecho una lista de buenos propósitos para tratar de no cometer los mismos errores del 2006.
Por ejemplo, ser menos impacientes, menos agresivos, no ceder ante las malas tentaciones (sobre todo, si trabajamos en el sector público), no fingir afecto cuando no lo sentimos, tratar de ser lo más auténticos posible y no esperar que las cosas nos caigan del cielo, ahorrándonos el más mínimo esfuerzo.
Esos son algunos de los buenos propósitos que trataremos de cumplir este año, y espero que lo logremos.
Sin embargo, ¿está entre los buenos propósitos abandonar la actitud de “m’porta a mí” con respecto a la basura que seguimos generando todos los días, y que contamina cada vez más el medio ambiente?
¿Por qué es tan habitual en nuestro país el descuido en la limpieza de los lugares públicos y de los servicios sanitarios comunes para la ciudadanía?
¿Y qué decir de quienes arrojan a la calle restos de comida y desechos de todo tipo?, y ¿qué hay de quien no levanta, para botarlo en su casa, el excremento de su perro en la acera?
¿No cree que esto es falta de solidaridad con el prójimo?
La basura es un subproducto inseparable de nuestra propia existencia, pero sí podemos evitar nuestra irresponsabilidad con los desperdicios que generamos, ¿no le parece?
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