Leonardo Garnier, Ministro de Educación

“Lo más temerario que he hecho fue aceptar este trabajo”

No se compromete a cortarse su blanca cabellera, pero sí a combatir la deserción y exigir más calidad en las “U” privadas

El ministro de Educación, Leonardo Garnier, reconoce que en cuatro años no se pueden resolver los problemas que arrastra la educación.

Pero afirma haberle entrado duro al tema para dejar una plataforma sólida a sus sucesores. Para el arranque, asegura que el próximo curso lectivo empezará “lo más ordenado posible”.

¿Cómo empezará este curso lectivo?

No han hablado de bloqueos, pero alguna gente ha dicho que será desordenado. Hemos tenido un operativo para que el curso empiece lo más ordenado posible. Tuvimos un problema con los datos de nombramientos que nos corrieron un poco la programación, pero de lo que he visto hasta ahora, creo que saldremos bien.

Para el arranque del curso lectivo, ¿cuáles son los puntos bajos que usted ve?

Tenemos un problema serio de cobertura, muy marcado por la deserción y el fracaso escolar; aunque eso nunca cambia de la noche a la mañana. Estamos tomando medidas para mejorar.

¿Cuáles son esas medidas?

Una es el cambio en las pruebas de sexto, que, aunque esa no era su intención, estaban teniendo un efecto perverso al hacer que los muchachos solo se preparaban para el examen. Vamos a hacer un esfuerzo en sétimo con los orientadores y los profesores, entendiendo que ese va a ser un tránsito muy difícil para los chiquillos. La idea nuestra es ir avanzando en lo que hemos llamado Centros de Educación General Básica. Es decir, en lugar de nuevos colegios, abrir sétimos, octavos y novenos en escuelas.

¿Hay pupitres, aulas y soluciones para colegios en mal estado, como el de Pérez Zeledón?

Estuve en el colegio de Pérez Zeledón, es una vergüenza. Todavía este año, algunos colegios van a estar en salones comunales, en lugares donde no deberían estar. No es posible resolver el problema de infraestructura en un año.

¿Qué haría falta para resolverlo?

Faltarían 65 mil millones de pesos y el Ministerio, normalmente, invierte 6 ó 7 mil millones. Este año serán 14 mil millones en infraestructura. Estamos duplicando el monto, pero no es suficiente para todo lo que necesitan las escuelas y colegios. Lo que hemos hecho es priorizar desde las peores necesidades. Vamos de abajo para arriba llenando carencias. Con pupitres, tenemos un acuerdo con el Ministerio de Justicia que permitirá a lo largo de la administración hacer desaparecer el déficit. En aulas va a ser más lento. Tenemos el doble de recursos, pero no es suficiente.

Ya los sindicatos anunciaron protestas para antes del 26 de febrero. Usted que estuvo en luchas allá por los 70, ¿qué les diría?

Paralizar la educación a mí no me gustaba ni cuando era estudiante universitario. Detener el curso lectivo solo daña a los estudiantes. Me parece que cuando hay temas de interés nacional uno puede discutirlos, hacer foros, todo lo que uno quiera, pero uno no para la educación. ¿Por oposición al TLC tiene sentido parar la educación? No, no tiene sentido.

Muchos estudiantes se quedaron sin cupo en las universidades estatales, ¿qué opciones hay para ellos?

Una es fortalecer la educación técnica mediante la creación de una universidad técnica nacional. A mí me gustaría que fuera como una universidad federada para que los colegios universitarios formaran una red de educación técnica superior. Yo les he hablado a las universidades privadas de que el reto que tienen es la calidad. En este momento, lo que hemos planteado es que estamos dispuestos a ayudarles a agilizar trámites en el CONESUP, para que no se atrasen por tonteras, a cambio de que se comprometan mucho con el tema de la calidad.

¿Qué pasará con la prueba de bachillerato?

Vamos a mejorarla. Ahí hay que tener mucho cuidado. La prueba tiene un doble objetivo: primero, es un diagnóstico y segundo, es una prueba de graduación. Por eso no he pensado en eliminarla.

¿Parte de los 200 días serán para la capacitación de los profesores?

Ahora estamos usando una buena parte de esos 200 días en cursos de capacitación.

¿Este año se va a cortar el pelo?

Uno siempre se corta el pelo de a poquitos. Me gusta así.

¿Entonces los alumnos van a poder llevar también el pelo “un poquito más largo”?

El reglamento no dice que los chiquillos tienen que andar con el pelo corto. Fue divertido ese pleito del pelo, pero, esas cosas sirven para propósitos educativos. Con una directriz, quise trasladar autoridad a los centros educativos. Hay un montón de discusiones que es absurdo que correspondan al Ministro, pues son decisiones del director o la directora del colegio. El reglamento lo que dice es que los estudiantes tienen que andan adecuadamente vestidos, de acuerdo con las costumbres y características de la región.