Algunos pagan de su propio bolsillo

Atletas viven en penurias

Los deportistas ticos deben luchar contra la falta de fogueos y ayuda económica

¿Qué hace un atleta olímpico sentado en una oficina, en vez de estar entrenando en la pista o en el gimnasio?

La falta de organización y apoyo de las instituciones encargadas del deporte, hace que el talento de muchos jóvenes y niños con potencial para ganar una medalla olímpica, se desperdicie.

El marchista Allan Segura tiene que despertarse todos los días a las 3:30 a.m. para entrenar, luego de una jornada laboral de 9 horas.

“Ya llevo cuatro años a ese ritmo y todavía no me he muerto”, dice Allan, entre risas y en serio. Ni el Comité Olímpico Nacional (CON), ni el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER), ni ninguna otra institución le da apoyo a Allan, ya sea económicamente o con asesoría profesional.

Las penurias económicas y la falta de facilidades e incentivos, son las realidades a las que se enfrentan los atletas de alto rendimiento costarricenses.

La corredora Gabriela Traña enfatiza la importancia de competir fuera del país.

“La falta de fogueo internacional ha sido el mayor obstáculo que he enfrentado para llegar a nivel olímpico”, señala la poseedora del récord nacional en 3000 y 5000 metros planos y que recientemente ganó la maratón de Disney, en los Estados Unidos.

“Se gasta mucha plata en esto y a veces uno se pregunta para qué, si nadie lo apoya a uno. Para optar por una medalla hay que trabajar con médico, nutricionista, fisioterapeuta y psicólogo deportivo”, agrega el atleta Allan Segura.

Lo ideal, según entrenadores, es competir al menos cuatro veces al año fuera del país. Sin embargo, Traña dice que “tengo como una prueba al año a nivel centroamericano, y es porque yo me lo pago o busco los medios”.