Ofrecen “pasones”
En Fray Casiano de Puntarenas, con una brocha en su mano derecha y listo para dar la segunda mano de pintura al casco de un barco, estaba uno de los tantos pescadores que esperan embarcarse “en lo que salga” y que prefirió no identificarse.
Fue tentado con ¢10 millones al zarpar y otro tanto al regreso. Sin embargo, a sus 52 años, dijo “no” a lo que significaría arruinar su vida, aunque no tiene dinero y casa propia.
Decidió seguir descalzo o, si acaso, con un par de chancletas rotas, las mismas que usa para llegar a buscar trabajo todas las mañanas.
“La gente cree que por ganarse fácil la plata todo va a ser sencillo, y no es así. Conozco bien a la gente que me ofreció el dinero y sé con quiénes andan, no son ticos, son colombianos. Así como me ofrecieron a mí, le ofrecieron a otros”.
Con la piel de su espalda curtida por el sol, este hombre aseguró que los pescadores que han sido detenidos se juegan la vida, porque ya saben a lo que van.
“No creo que no sepan, incluso podría decir que no es la primera vez que lo hacen, porque la ambición no deja pensar a las personas”.
Dijo que las redes de narco son astutas y aprovechan gente que necesita trabajo.
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