Desde mi espejo
La dura realidad del día a día Haydée de Lev, actriz
Si usted puede comenzar el día sin cafeína, nicotina o tranquilizantes. Si usted puede comer, día tras día, la misma comida y disfrutarla sin quejarse.
Si usted puede entender que el agua es la mejor bebida para matar la sed. Si usted puede no bañarse a diario sin sentirse mal por eso.
Si usted puede notar cuándo se genera tensión a su alrededor y escabullirse discretamente para evitar el peligro de una pelea. Si usted puede ser indiferente ante el alza del dólar y la caída de la bolsa de valores.
Si usted puede vivir sin tarjetas de crédito. Si usted puede no preocuparse por la creciente inseguridad ciudadana. Si a usted no lo afecta el mal estado de las calles.
Si usted puede aceptar críticas sin enojarse. Si usted puede calmar sus tensiones sin necesidad de medicamentos. Si usted puede comprender que todos están muy ocupados para atenderlo cuando usted lo requiere.
Si usted puede entender que todos los días alguien estará de mal humor y puede desquitarse con usted. Si usted puede tener paciencia para pasar muchas noches desvelado.
Si usted puede dormir tranquilamente a cualquier hora frente al televisor puesto a todo volumen o en cualquier otro lugar. Si usted puede relajarse sin problemas al final del día. Si usted puede disfrutar de la caricia de una mano querida.
Entonces, es casi seguro que ¡usted es el perro de la casa!
|