Tomamos a Jesús como maestro de la oración
Recemos bien a nuestro Padre Mario Montes Moraga
Presbítero
En torno a la oración del Padrenuestro, del texto de hoy (ver Lucas 11,1-13), podemos rezarlo así, siguiendo sus cinco elementos y teniendo a Jesús como maestro de la oración:
Padre: Confesamos nuestra fe en el Dios de Jesús, a quien llamamos “Padre”, porque nos dio vida para siempre.
Santificado sea tu nombre: Reconocemos que Dios es santo y el pueblo debe ser santo, amando a Dios sobre todas las cosas y libre de toda idolatría.
Venga tu Reino: Aceptamos el proyecto de Jesús, que se realiza parcialmente en la tierra y que culminará en la vida, después de la muerte.
Danos cada día el pan que necesitamos: Pedimos que satisfaga nuestras necesidades cotidianas, físicas y espirituales.
Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende: Confirmamos nuestra fe en su misericordia y nos comprometemos a pedir perdón y a perdonar.
No nos dejes caer en tentación: Imploramos su gracia, para nunca negar a Jesús y su Evangelio, de palabra o de obra.
El Padrenuestro es la oración que nos ayuda a descubrir a Dios como Padre, que nos mueve a pedir el Reino de Dios, que da comienzo a un nuevo estado de cosas. Para poder invocar al Padre y desear su Reino, el cristiano necesita el alimento de cada día, el consuelo del perdón, la fuerza para no ceder a la tentación, en especial, del camino comenzado.
Lo importante de esta oración, es que oremos como Jesús, que la rezó en su momento y la enseñó a sus discípulos, para que vivamos confiados con Dios, que es nuestro Padre y que nos escucha siempre.
El mejor modelo de oración seguirá siendo esta, la oración de los hijos de Dios, en actitud de comunión filial con el Padre de nuestro Señor Jesucristo.
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