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Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo mientras vacacionaba con su familia en Portugal Ya llevan un mes sin ver a su pequeña Sospechan de una banda dedicada a secuestros infantiles en la península ibérica / Ofrecen recompensa de ¢1,5 billones por información Pablo Aguilar y agenciaspaguilar@aldia.co.cr El 12 de mayo, no hubo pastel. Tampoco niños jugando. Fue un cumpleaños triste. Madeleine “Maddie” McCann debía festejar su cuarto cumpleaños, pero la niña británica desapareció el pasado 3 de mayo en el complejo turístico de Praia da Luz, en Portugal. A un mes de su desaparición, la policía no parece tener pistas que conduzcan a encontrarla. Tampoco ha dado resultados la recompensa de 2,2 millones de euros (¢1.531 millones) para obtener alguna información . Maddie desapareció cuando dormía junto a sus dos hermanos gemelos de dos años, Sean y Amelie, en una habitación del resort Ocean Club, en Praia da Luz, Algarve, Portugal, mientras sus padres, Gerald y Kate, cenaban en un restaurante a 50 metros de la habitación. Los padres se acercaron varias veces durante la velada para comprobar que los niños estaban bien, pero, cuando llegaron tras la cena, la mayor no estaba. Al percatarse de su ausencia, los McCann iniciaron una búsqueda por las instalaciones y decidieron llamar a la policía al descubrir que habían forzado los barrotes de una ventana trasera del alojamiento. Desde el día de la desaparición de Maddie, cientos de policías, decenas de bomberos, turistas y voluntarios la han buscado por tierra, mar y aire en las zonas cercanas al complejo turístico. Más de 200 kilómetros cuadrados se peinaron sin rastro alguno. La Policía Judicial Portuguesa ha manejado desde entonces dos tesis principales sobre la desaparición: el secuestro por parte de una red británica de pederastas (abusadores sexuales de niños) que opera en la zona, o una mafia internacional de venta y adopción de niños. Por su parte, la familia sospechan de que la situación de su hija “no es un hecho aislado” y que se encuentra “en el contexto de otros secuestros infantiles en la península ibérica e islas Canarias”. El viernes anterior, en una visita a España para pedir colaboración en la búsqueda, los McCann recordaron la desaparición en marzo del niño de 7 años Yeremi Vargas, en las islas Canarias. “Creemos que han podido traer a Madeleine a España”, afirmó Gerry McCann en una rueda de prensa.
Sospechoso liberado Robert Murat, ciudadano británico, es hasta ahora el único sospechoso en la desaparición de la Madeleine, no obstante, la policía portuguesa lo dejó en libertad el 15 de mayo porque no había suficientes pruebas contra él. Murat está divorciado y vive cerca del resort portugués. Según la policía lusa, este hombre tiene un gusto peculiar por la pornografía infantil. “Las pesquisas en el computador del señor Murat confirmaron un apetito insano por material muy horrible”, declaró un portavoz policial. “De todos modos, no hay vínculo entre lo que encontramos y la desaparición de Madeleine”, agregó. La buscan en Internet La tecnología es otra herramienta en la búsqueda de la niñita: la familia McCann tiene desde el 16 de mayo la página web: www.findmadeleine.com (encuentren a Madeleine). El sitio web tiene como objetivo la creación de un fondo para los parientes de McCann, que será empleado en ayudar a encontrar a Madeleine, asistir a su familia y llevar a los secuestradores a los tribunales. Los fondos restantes servirán para los parientes de niños desaparecidos en circunstancias similares en Gran Bretaña y otros países europeos. Hasta el viernes anterior, la página web había recibido 142 millones de visitas. Esperanza viva Los esperanzados padres, Kate y Gerry McCann, visitaron el miércoles anterior al Papa Benedicto XVI, a quien le pidieron su apoyo. Los McCann participaron en una audiencia general en la plaza de San Pedro del Vaticano y conversaron brevemente con el líder de la Iglesia católica. “Le pedimos al Papa rezar por Madeleine y él nos prometió que lo hará”, dijo el padre. Ahora la angustiada pareja recorre Europa en busca de su hija, pues no dudan que la encontrarán con vida. “Realmente lo estamos implorando. Ahora solo queremos que ella este con nosotros”, asegura Gerry McCann.
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