“Ni siquiera podía caminar”

La noche en que Fanny Ledezma se reunió con el fiscal general de la República, Francisco Dall’Anese, para entregarle la prueba recién recuperada, la llevaban entre dos personas –el novio y un amigo– porque un ataque de nervios le impedía andar.

“Mi estado anímico era tal que me brincaba todo el cuerpo y no podía caminar”, recordó la joven abogada.

El encuentro se dio en el propio despacho del licenciado Dall’Anese las 9 de la noche.

Pocas horas antes, había hallado la copia de la anotación de “fecha cierta” –la primera que hizo en su vida– y, que le había acarreado presuntas amenazas. El enigma que la agobiaba desde abril, cuando presuntamente le arrebataron y rompieron su protocolo, acababa de aclararse.

Esto, le permitía seguir con los trámites de su reposición, ante la dirección de Notariado, no como una pérdida como la habían obligado a consignarlo en una declaración jurada, sino porque se lo habían destruido.

Además, podía presentar la denuncia penal contra quienes consideraba involucrados en ello.

Temió por su vida

Incluso, llegó a temer y, aún teme por su vida, al punto de que, en un inicio, Dall’ Anese le consiguió que la Fuerza Pública le diera protección policial por algún tiempo en su casa.

Algo que ella agradeció pero que, a su vez, resultó desagradable porque en ese momento sus padres se habían divorciado y solo tres mujeres vivían en la casa.

“A raíz de eso y, hasta la fecha, mi vida cambió totalmente. Esto, hizo que mis ilusiones cayeran totalmente. Yo lloraba y me preguntaba el por qué, habiendo tantos abogados en la calle, por qué me pasó a mí. ¿Por qué yo?”, expresó la joven quien, a causa de lo sucedido, desde aquellos años recibe terapia siquiátrica en el hospital Rafael Ángel Calderón Guardia.