1.500 personas tratan de reponerse del desastre en Cartago

“Con el agua en la cintura empecé a pegar gritos ”

Comisión de Emergencias estima daños en más de ¢100 millones

Cartago - “El agua arrancó el portón, corrí hacia el pasadizo y quedé acorralada contra unas verjas . Cuando tenía el agua por la cintura empecé a gritar desesperada y mi suegro y mi cuñado me salvaron la vida”.

Así relató Jessenia Calvo la angustia y desesperación que vivió la tarde del miércoles, cuando una cabeza de agua causó estragos en La Lima de Cartago.

“Me salvé de milagro porque me agarré de las verjas. De mi casa solo quedó el lote”, narró Rosibel Calderón, otra afectada.

El paso arrasador de la corriente también dejó daños en Llano Grande, El Guarco y Quircot.

En total, según datos de la Comisión Nacional de Emergencias, 300 viviendas y 1.500 personas sufrieron por los embates de la naturaleza.

De esa suma, 102 casas presentan daños severos o parciales en su estructura y 30 fueron arrasadas o tienen pérdida total.

“La emergencia dejó daños que fácilmente superan los ¢100 millones. Afortunadamente no hay víctimas que lamentar ni heridos graves”, dijo Daniel Gallardo, presidente de la CNE, que decretó alerta roja en los cantones El Guarco y central de Cartago.

¿Qué pasó?

Julio Madrigal, geólogo de la CNE, explicó que con las fuertes lluvias en Llano Grande, una enorme cantidad de sedimentos se desprendieron y por el cauce del río Reventado bajaron piedras, palos y lodo.

La corriente era tan fuerte y veloz, que en los puntos donde el río tiene una curva, el agua no tomó la ruta del cauce y empezó a inundar calles, casas y comercios aledaños.

Ayer, apenas amaneció, los vecinos fueron a ver lo que quedaba de sus casas y resignados empezaron a sacar el lodo que en muchas de las viviendas alcanzó hasta un metro de altura.

Ayuda inmediata

330 personas están distribuidas en cinco albergues en Quircot, Taras y El Guarco.

Según José Antonio Li, presidente ejecutivo del IMAS, ayer entregaron ¢50 millones para distribuir entre los afectados y ordenó girar ¢60 millones más.

La Municipalidad de Cartago facilitó maquinaria para limpiar calles y sacar el lodo de casas.

Ricardo Sancho, presidente ejecutivo del AyA, adelantó que darán agua potable a las familias “el tiempo que sea necesario”. Ayer dos camiones cisterna distribuyeron agua y se entregaron bolsas de dos galones.

La Cruz Roja atiende las crisis emocionales y reparte víveres.

Sin clases por emergencia Los niños trabajaron duro en la limpieza. José Rivera El miércoles, las maestras de la escuela Arturo Volio, en La Lima, corrieron para sacar a cientos de niños de las aulas ante el peligro generado por la cabeza de agua. Ayer, desde las 7 a.m. tomaron palas, carretillos, escobas y mangueras para quitar poco a poco las grandes cantidades de lodo que cubren los pisos y paredes. Los bomberos voluntarios y vecinos las apoyaron. “Regresaremos a clases hasta nuevo aviso, estamos evaluando los daños”, dijo la directora, Marlene Alvarado.

“Gracias a Dios no había nadie” En este lugar estaba la casa de Jacqueline. José Rivera Jacqueline Arguedas regresó el miércoles de su trabajo y se topó con que su casa en La Lima, fue reducida a escombros por las aguas y lodo que arrastró el río Reventado ese día. “Gracias a Dios no había nadie. Aquí pasaron cosas con las lluvias pero nunca una desgracia como esta”, afirmó, mientras revisaba el lote donde estuvo su humilde casa de madera. “Tenía 25 años de estar aquí. Soy soltera y vivo con mis papás. Nos quedamos solo con lo que tenemos puesto”, lamentó la mujer. Recordó que el nivel del agua alcanzó el techo de su casa y luego la destruyó. El patio de su vivienda estaba ubicado a escasos metros del río. “Yo soy el único ingreso de mi hogar, espero que puedan ayudarnos”, concluyó.