Fiel a su tradición democrática, Costa Rica acude a reférendum
11 a.m. San José / DPA.- Con una democracia más que centenaria, que muchos consideran la más antigua de América Latina, Costa Rica, pequeña nación centroamericana de 51.100 kilómetros cuadrados y 4,3 millones de habitantes, decidió apegarse a su tradición y este domingo recurrirá a la vía del referéndum para definir el futuro de un controversial tratado de libre comercio suscrito con Estados Unidos.
Será el descenlace de meses de intensas discusiones y debates en torno al CAFTA, como se conoce al tratado por sus siglas en inglés, que involucra también al resto de Centroamérica y República Dominicana.
Los restantes países ya ratificaron el acuerdo y lo tienen en marcha. Pero en Costa Rica el TLC se enfrentó a un camino lleno de espinas. El país se polarizó como pocas veces en su historia republicana.
Una vez suscrito, el documento se mantuvo engavetado en las oficinas de la Casa Presidencial del anterior gobierno del presidente Abel Pacheco, quien pocos meses antes de cumplir su mandato decidió enviarlo a la Asamblea Legislativa.
Y ahí comenzó su calvario. La discusión en comisiones se empantanó. Con el arribo al poder del premio Nobel de la Paz Oscar Arias en mayo de 2006, el debate se reactivó. Arias, quien durante su campaña se mostró seguro que su liderazgo le permitiría persuadir a los costarricenses de la conveniencia de ratificar el pacto comercial, pronto tuvo que transitar por un camino empedrado.
Pese a que logró por momentos aglutinar fuerzas políticas por obtener tal apoyo, no pudo superar las voces de protesta que denunciaron que el pacto con Estados Unidos significaría la "entrega" de intereses estratégicos a grandes capitales extranjeros y locales.
Grupos sindicales, acuerpados por partidos políticos de oposición, sectores académicos, religiosos y del sector social fueron alzando sus voces de protesta. Manifestaciones de rechazo coparon en varias ocasiones los predios del Parlamento.
Ante los atisbos de una debacle en el parlamento, Arias no encontró otra salida que adelantarse a sus opositores y solicitar al Tribunal Supremo de Elecciones en abril, la convocatoria a un referéndum.
Debido a esto, los costarricenses acudirán en menos de dos años de nuevo a las urnas. Por primera vez utilizarán la vía del referéndum en su historia y Costa Rica será la primera nación en ir a plebiscito para decidir el futuro de un tratado de libre comercio.
La ruptura de monopolios estatales considerados estratégicos por quienes adversan el CAFTA se convirtió en la gota que derramó el vaso. "Pese a las diferencias y la polarización, Costa Rica organizará un proceso sin parangón y dará un nuevo ejemplo de su apego a los principios cívicos y democráticos", dijeron el lunes las autoridades del Tribunal Supremo de Elecciones.
La campaña pre-referéndum ha transcurrido en medio de una lluvia de acusaciones y contraacusaciones de los bandos que apoyan el "SÖ" y los que propugnan el "NO".
Las quejas van desde la "intromisión y presiones" del gobierno y sectores empresariales para infundir "temor" en la población, hasta reclamos sobre presunta injerencia extranjera provenientes de las fuerzas del "SÖ".
El período para pautar propaganda política en medios de comunicación y publicar encuestas cerró el jueves. El país entró a partir de este viernes en una tregua política que seguirá vigente hasta el cierre, al atardecer del domingo, de las 4.932 juntas receptoras de votos que funcionarán ese día.
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